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Último Capítulo.

Presente en la prisión de máxima seguridad, Jackson,Misisipi...

Me encontraba mutilándole la cara a una policía.

Mientras lo hacía pensaba en la venganza.

No lo hacía por gusto, pero el hecho de pensar que hacer esto me llevaría a ser libre y poder vengarme de mi padre, me daba un poco de gusto tal vez.

¿Qué mierda hago mutilándole la cara a una policía? dirán, bueno, nos estamos escapando tanto Kai como yo de la prisión.

- Terminamos ahora vámonos .-

Minutos más tarde ya estábamos fuera de la cárcel, había sido fácil solamente precisábamos de ropa para policías y los cuerpos para que se hagan pasar por nuestros cuerpos muertos.
Una vez que llegamos al auto de policías junto a gloria ya pude soltar todo el aire que había retenido por ese corto camino, ahora sí que se venía la verdadera diversión. Pasaron algunos minutos y ya nos encontrábamos en la puerta.

Esa puerta.

La puerta de mi infancia.

La puerta de mi casa cuando era una niña.

La puerta en la cual mi asqueroso padre se encuentra resguardado.

- Ve, voy detrás tuyo. - Oí cómo Kai me susurró al oído.

Cuando me bajé del auto me dirigí rápidamente hasta la puerta, la cual abrí gracias a algunos trucos que había aprendido en la cárcel. Sabia que mi padre no estaría en la casa y que tanto mi madre como mis hermanos estaban de viaje hacia Miami.

Tenía Tiempo.

Tenía Sed de venganza.

Y tenía demasiadas ganas de matar a ese Hijo de puta.

Una vez dentro de la casa los recuerdos me inundaron la mente, la había pasado muy mal pero esa casa siempre había sido MI casa. Me senté en el típico sofá color marrón a esperar, ese señor ya debería estar llegando.
Oigo como la puerta principal se abre y cómo ya tenía el arma cargada la levante directamente, me tomó cinco segundos apretar el gatillo luego de reconocerlo.

No le iba a dar tiempo para que el ataque.

Contemple por algunos minutos su cuerpo junto a toda su sangre en el piso, le había dado justo en la frente. Junto a un pesado suspiro salí de la casa y me dirigí rápidamente hacia el auto, estaba tranquila, por esta zona no hay ni cámaras ni vecinos así que nada podría pasarme.
Una vez en el auto Kai me hace algunas preguntas pero luego de ver que estaba bien se quedó callado y seguimos nuestro camino hacia el blanco principal, Ally. No sabía qué planeaba Kai hacer con ella pero yo solamente quería verla y saber algo sobre Winter.

Cundo llegamos al lugar en el que era el evento de Allyson pudimos entrar rápido ya que íbamos con Gloria y los disfraces de policías. Ella se veía espléndida, renovada y empoderada, una sonrisa se me escapó ante esto estaba orgullosa de que tanto ella como Beverly pudieran superar toda la mierda de el culto. Nos sentamos entre todos y escuchamos por un rato a Ally pero cuando llegó el momento de que el publico haga preguntas a Kai se le ocurrió levantarse y llamar la atención.

- Tengo una pregunta para la Sra. Mayfair-Richards.-

- ¿Puede decirnos su nombre, señor?- Vi cómo Kai se quitó la gorra.

- Soy el concejal Kai Anderson.- Los gritos de la gente me sofocaron tanto como la policía sacando sus armas.

- Mi pregunta es esta: ¿Alguna vez pensaste que eras algo más que simple yesca? Tú no eres la llama, tú eres la chispa que prende la hoguera que yo preparé. No eres una heroína, eres un símbolo.- Vi como lentamente Kai subía al escenario, asustada lo único que pude hacer fue quedarme en mi lugar para que los policías no se dieran cuenta de que yo estaba aquí también.-

- EL CUAL YO CREADO.- Dice Kai enojado.- Matar gente ya no hace que los hombres se pongan duros no que las mujeres mojen sus bragas. Pero lo estadounidenses pierden su amor eterno cuando destruyes a sus símbolos, estatuas, banderas, juramentos de lealtad, billetes de 20 dólares, un Jesús blanco y la puta Feliz Navidad. Si atacas cualquiera de esas cosas, tendrás disturbios en las calles que dominarán durante semanas el ciclo de noticias. - Ví como con su arma señaló a Ally.- Tu simbolizas la esperanza de que algún día las mujeres ganarán una discusión con sus maridos, de que no les dirán piropos por la calle, de que sus jefes no hablarán más de sus tetas, de que ganarán tanto dinero como los hombres, DE QUE LA LUCHA SE PUEDE GANAR! Pero cuando te mate verán que no hay esperanza.

Alguien tapándome la boca me prohibe concentrarme en la estupidez que estaba diciendo Kai cosa que agradezco, siento como alguien me toma por los hombros y hace que me pare de mi asiento para que después la siga, pero sentí algo.

Sentí sus respectivas uñas.

Era ella.

Era Winter.

Una vez que estuvimos tras bambalinas sentí como ella me tapó la boca mientras negaba con su cabeza.

- No es momento de explicaciones, tú me ayudaste a escaparme una vez ahora me toca a mí. Estos billetes te llevarán a california donde tienes la estadía en un hotel hasta cuando quieras, yo te voy a buscar y te voy a explicar todo pero ahora vete.- Lo único pude hacer fue abrazarla.

- Déjame ver esto.- Le dije mientras deslizaba una de las mantas azules que cubrían el escenario, de repente logre ver nuevamente a Kai y a Allison.

- No te quedes ahí, di algo.- Dijo Kai enojado.

- Estabas equivocado, hay algo más peligroso en este mundo que un hombre humillando: Una mujer malvada.

Lo único que logre escuchar fue un disparo.

Y lo único que pude ver fue la cabeza de mi novio siendo impactada por una bala.

El.

No podía estar muerto.

Es él.

Es Kai.

Siento como Winter me toma de los brazos y me obliga a mirarla.

-Ambar vete ya.

Lo único que pude hacer fue hacerle caso y salir corriendo.

Corrí hasta que mis piernas se cansaron.

Corrí hasta que mis lagrimas pararon.

Corrí hasta que alcance mi destino.

El bus que me llevaba a California ya estaba dejando ingresar a la gente.

Así que manteniendo el perfil bajo me subí a él.

Un tiempo después ya me encontraba en California, nuevo lugar pero mismos tormentos.

No podía parar de pensar en él.

Kai Anderson estaba muerto.

Mi compañero estaba muerto.

Y lastimosamente una parte de mí había muerto con él.

Cuando baje de el bus me tome un taxi al cual le di la dirección que Winter me había entregado.

Una vez ahí, me encontré con un hotel con estilo de los 50s, era muy mi estilo, lo amaba y me llenaba de alegría el hecho de que Winter siga recordando mis gustos.

Un suspiro y muchos pensamientos me ayudaron a bajar de el taxi y a pararme en la puerta de el hotel.

Hotel Cortez, ahí vamos.

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Hola! Ahora que terminaron de leer la historia me gustaría que me digan que les pareció y cuál fue la parte que más les gustó!
Espero que hayan disfrutado esta lectura, les agradezco que hayan llegado hasta esta parte de la historia y les mando un abrazo enorme <3

Our Sick Cult/ Kai Anderson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora