Lands Of Drexim

Capítulo 13: Último Esfuerzo

Los tres habían abandonado la ciudadela con prematura, manteniendo el silencio entre ellos. Vipmon se mantenía centrado en alejarse de la zona, alejarse de todo y desaparecer de nuevo, ahuyentar a los fantasmas de su pasado y recuperar la calma y confianza que tanto le había costado obtener. No negaría su sorpresa al ser alcanzado en su escape por Nerédin, quien, manteniendo el silencio, llegó hasta él y le devolvió su libro. Por cortos instantes creyó que la mujer se alejaría luego de la entrega, pero aquello jamás ocurrió. Permaneció cerca suya, expectante y distanciada pero atenta. Segundos más tarde llegaría Kia, quien mantendría también su distancia con él. Aún sin expresar palabras era capaz de notar la preocupación y atención de las dos mujeres, algo que sólo sus golems, por obligación consigo por ser su creador, habían demostrado.

Los tonos cálidos del cielo anunciaban la llega del atardecer, su plan inicial de hospedarse por un par de días en la gran ciudadela había sido sustituido por la urgencia de abandonar el lugar. El humano se negaría a permanecer por más tiempo en una zona que no se contenía en hacerle recordar su pasado, mientras sus dos acompáñantes, por distintas razones, le habían seguido el paso.

Kia rememoraba lo hablado con Geráki, su decisión de mantenerse unida al equipo o desistir y continuar por el sendero solitario. En su mente parecían lejanos los tiempos donde sólo era ella con Bruce y Murdock, si bien aún les recordaba con cariño y añorancia, reconocía que el humano y la habitante del mar habían logrado mantener su mente ocupada lo suficiente para no pensar en las tristezas del pasado. Aún no compartiendo una confianza plena con ellos podía asegurar que, de ser necesario, encontraría apoyo y protección por parte de ambos.

Mantenía conciencia de sus reacciones violentas y poco razonables, era algo con lo que aún mantenía compleja comprensión y dominio como parte de su maldición, más difícil de entender del por qué algunas de sus heridas sanaban antes o podía resistir a algunos golpes y otros le llevaban a la inconsciencia. Ni siquiera las largas jornadas de investigación que realizó en su tiempo bajo entrenamiento lograron brindarle una ayuda de utilidad, por lo que dependía únicamente de su autocontrol y astucia. Ahora más que nunca todo recaía en el dominio de sus emociones, pensamientos y habilidades para socializar, siendo aquello último lo de mayor dificultad al tratarse de alguien quien, desde temprana edad, enfrentó el problema sin una solución que no fuera la aparición de alguien que decidiera sobrellevar su temperamento y permanecer a su lado.

Aquella corriente de pensamientos le hicieron entender que el usuario de magia no debía ser tan distinto, si bien luchaba por ser alguien agradable, entrometido y servicial era imposible pasar por alto sus momentos de cambio, cuando algo relacionado a su vida personal o propio pasado era mencionado su semblante cambiaba casi por completo, enviando una señal de rechazo y sutil alerta de tratarse sobre algo problemático, algo que incluía a su familia, deducia la cazadora al revivir la reacción del varón cuando la habitante del mar mostró la placa. Si se trataba de algo relacionado a la familia ¿Quién mejor que ella para empatizar?

Por su parte, Nerédin continuaba la marcha, con distancia, en la misma dirección del varón, manteniendo las sensaciones de culpa y remordimiento al creerse culpable de la actitud actual del usuario de magia. Le resultaba ajeno y confuso cuáles fueran las razones y motivos que desencadenaron la reacción negativa en el de gabardina blanca, algo que sólo incremento con su intromisión.

Pese a tener la evidencia de que el usuario de magia era buscado por cazadores, algo en sus entrañas le ordenaba no apartarse, ahora más que nunca debía permanecer en compañía de él.

Habia notado la extraña situación del silencio, algo que pocas veces se presentaba entre ellos tres salvo que se encontrasen cansados y exhaustos.
Su mente intentó trabajar por algún plan para aminorar la carga de pesadez y tensión que se había formado.