— Debo admitir —tomo una profunda respiración para recobrar el aliento perdido— que hacia mucho tiempo desde la última vez que me vi en esta situación.
Sentada sobre el suelo yacía la figura de un alto orco de piel color oliva y cabellera azul, respirando agitadamente luciendo agotado y cubierto de sudor.
Cerca suya, recostado sobre el suelo se encontraba el humano que también respiraba agitadamente, luchando por mantener los ojos abiertos y no caer ante los mareos y la inconsciencia, junto a él, la mestiza cuya pierna derecha mostraba el pie en dirección anormal y parte del hueso visible, la sangre había dejado de salir en ritmo alarmante pero el dolor e impotencia de no poder moverse eran insoportables para ella.
— Fue divertido —se animo a decir mientras se levantaba del suelo, palmeando sus vestimentas para eliminar la suciedad.— Pero se está perdiendo tiempo importante.
Se encaminó en dirección a la criatura de aletas que yacía inerte en una zona apartada. Transformó su apariencia nuevamente, revelandose como la valirka y tomando con rapidez su alabarda, que fuera usada en su contra por parte de la mestiza, para dar una estocada más a la criatura, notando como las heridas del ser comenzaban a quemarse.
Los dos espectadores, lucharon por levantarse y continuar defendiendo.
— Con eso debería bastar —exclamó a la par de extraer el arma y hacerla desaparecer. Estiró sus manos hasta materializar una bolsa de protección de gran tamaño.
Kia reconoció casi de forma inmediata aquel objeto como la carga que el humano de piel morena portaba consigo.
La valirka retiro la cubierta, dejando ver un amplio guantelete de color plateado, mismo que tomó y se esforzó en lograr equipar en la pata derecha delantera de la criatura inconsciente, ignorando las nuevas heridas causadas por el esfuerzo hasta lograr su cometido.
Tan pronto el guantelete se encontró en su zona designada, este emitió un sutil brillo naranja, acoplando su tamaño y forma al miembro poseído, adoptando su ya familiar tono esmeralda.— Cada vez es peor, tenemos que encontrar una forma de evitar que que te lo quites —murmuró, palmeando con amabilidad la cabeza del ser, teniendo cuidado de no tocar aquellos cuernos— o que lo rompas —alejo su mano para colocarla en su cadera, mostrando una pose de reproche— Sabes, aún no entiendo como fue posible que destruyeras una de mis creaciones.
Su pose cambio rápidamente para lograr esquivar una roca filosa arrojada en su contra.
Al mirar en dirección de la zona de origen, noto a la mestiza sostener varias rocas listas para ser arrojadas, todas afiladas con forma triangular. A su lado, el humano con el libro abierto tocando el suelo para extraer más y más piedras afiladas.No se rendían.
La valirka sonrió con sorpresa, aquella sería la primera vez que se encontrará con unos oponentes que no temían gastar el total de sus fuerza en lograr su objetivo.
Su vista se centro en el aura de la mestiza, quien siguiera atacando con aquellas rocas en su posición en el suelo, notando las marcas de maldición misma que exponían su estado como renacida, sin embargo, una amplia grieta en el aura permitía ver otra maldición, misma que sería la responsable de preservar su conciencia y su estado como mestiza. Dos maldiciones con rasgos en comunes pero destinadas a distintos objetivos.
— Que interesante —murmuró para si misma, cambiando su apariencia por la de un bajo elfo de piel rojiza y corta cabellera negra, sosteniendo entre sus manos un escudo con el cual dejó de esquivar los ataques y se decidió a sólo cubrirlos.
Fue turno de examinar al humano, un aura mayormente común de no ser por dos peculiares extensiones sin destino aparente en su aura brillante que indicaba la presencia de un maleficio de doble raiz, una maldición realizada por dos involucrados. Los colores gris y rojo predominaban en aquellas formaciones, revelando un destino a favor de la muerte trágica y el otro con intenciones de transmutar un renacimiento.
ESTÁS LEYENDO
Lands Of Drexim
FantasíaLa eterna guerra de los supremos desconocidos en aquel plano inalcanzable ha traído consigo la creación y destrucción de galaxias enteras. Cuando sus energías colicionan los astros de vida y luz escapan para construir las nuevas realidades, una de e...