Capítulo 42: Un Equipo

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El cuerpo de la abisal cayó tendido sobre el suelo, víctima del ataque de fuego mágico propiciado por Heevrank, cuyo punto de mayor daño fuera su anteriormente resguardada aleta dorsal, llevándole a gruñir en respuesta al dolor experimentado ante el ardor punzante e imposibilidad de movimiento de la extremidad. Su cuerpo se encontró rodeado por una oscura y densa nube de tierra y humo que logró afectar su sentido de la visión lo suficiente para perder el rastro visual de los otros dos combatientes.

Tomándole un par de bruscos respirares y dolorosos intentos, fue capaz de levantarse del suelo, sacudiéndose con fuerza para disipar aquella cortina intangible que obstruía su visión. Haciendo caso omiso a la desagradable sensación de suciedad sobre su espalda y los estremecimientos involuntarios como reacción al dolor, comenzó su andar hasta recuperar la fuerza suficiente para comenzar a correr en dirección donde recordaba haber estado antes del ataque.

Sus aletas superiores se encontraban alteradas ante el incremento de velocidad de los latidos que percibía, una clara mala señal que solo le incitaba a apresurar su tortuosa marcha hasta lograr divisar a la cazadora y el usuario de magia quienes se encontrasen ya luchando por proteger sus vidas y mantener distancia con la figura del Lordem.

Vipmon mantenía el ritmo en usar hechizos de elemento viento para esquivar ataques mortales y pequeñas barreras para protegerse de lo que no lograba esquivar, encontrándose desesperado al notar que el Lordem no se encontraba realmente concentrado en él sino en la cazadora que danzaba con maniobras veloces esquivando la mayor cantidad de ataques que le eran posibles, evitando caer por los cadáveres que decoraban el suelo bajo sus pies, decoraciones desagradables resultado de la masacre efectuada momentos antes.

— Veo que arreglaste tu pierna —La voz animada y demencial de Heevrank resonaba con fuerza, reflejando su disfrutar del momento, trabajando en agotar las pocas reservas de energía de Vipmon con ataques de fuego, y provocar una mayor desesperación en la cazadora que esquivaba sus ataques directos. — ¡Baila!

La desventaja era notoria, Kia obligada a retroceder sin posibilidad de tiempo para idear una ruta de escape y contraataque mientras Vipmon era repelido en cada uno de sus intentos por acercarse en su ayuda, valiéndose de recibir diversos ataques al enviar barreras de protección hacia ella.

Un combate donde cada segundo incrementaba la desventaja de quienes intentaban sobrevivir.

Para Heevrank no era sino un simple entretenimiento, disfrutando del juego en espera de la ultima incorporación que, sin temor alguno, no dudo en abalanzarse contra él en un intento por tomar su cabeza entre sus mandíbulas, valiéndole solamente una veloz evasión para que la criatura abisal fallará su ataque y adoptara una posición defensiva frente la cazadora; tiempo suficiente para que el usuario de magia también logrará incorporarse a la formación y mostrar, en un intento de amenaza, el brillo marrón en sus manos.

— Finalmente, henos aquí reunidos —Se burlo, alzándose sobre la tierra con ayuda de sus alas— Ingredientes puros a la espera de ser utilizados.

Ante un repentino destello, cubrió su cuerpo con ayuda de una de sus alas, evitando la ráfaga de proyectiles de roca que la cazadora arrojo sin miramiento alguno, cuya producción se mantenía activa por intervención del usuario de magia que había recuperado su contacto con una fuente de energía temporal.

Más sorpresas que solo incrementaron su emoción.

Utilizando la misma ala como arma, provoco un fuerte viento que destruyó los proyectiles de roca filosa y obligo a retroceder un par de centímetros a los afectados.

— Una cazadora que ha escapado de la muerte —Esferas de fuego azul le rodearon, siendo disparadas en dirección de la cazadora, quien antes de evadir logrará ser protegida por un escudo de protección creado por Vipmon— Un usuario de magia que se niega a cumplir su destino —Los ataques mágicos continuaron incluso cuando él tomó impulso para atacar de forma directa la barrera, colisionando su ataque con la defensa de la abisal, cuyo poder de impulso logró hacerle retroceder— Y una aberración que desafía el equilibrio mismo.

Lands Of DreximDonde viven las historias. Descúbrelo ahora