Lograr abrir los ojos con la total seguridad y calma de no tener que afrontar ningún peligro o padecimiento muscular debería ser considerado un gran lujo y placer de la vida, anexando a ello el divisar un rústico, pero acogedor, techo de madera de abeto contrario a la lúgubre roca de la superficie de una caverna.
Aún cuando dormir no representaba una necesidad básica, poder darse aquellos lujos momentáneos serían siempre bien recibidos.
Con peculiares sentimientos de pereza, junto a una extraña sensación de paz y calma, logró levantarse de la suave y blanda cama hasta lograr una posición de sentado, permitiendo a la ligera sábana blanca descender por su cuerpo desprotegido y detenerse sobre sus piernas. Hacia tiempo desde la última vez que atinó a dormir sin la gran mayoría de su equipamiento. Su cuerpo, únicamente protegido por su ropa interior, giro hasta enfrentar el muro de almohadas que se había construido la noche anterior, alzando un poco más la mirada, la figura dormida, y finalmente relajada, de Geráki se hacía presente.
Inmerso en un necesitado sueño profundo, apoyando su marcada espalda en la muralla de almohadas mostraba sus brazos, ambos trabajados y uno de ellos con cicatrices de recuerdos, desnudos. Su torso sólo asomaba un poco de piel debajo de aquella holgada camiseta gris desmangada que portaba como parte de su pijama mientras el resto de su cuerpo se mantenía protegido aún por la sábana fresca.
Un primer pensamiento malvado en su mente le llevaba a tomar parte de las almohadas de aquella muralla divisora para equiparlas armamento y munición para despertar al desprevenido varón, sin embargo, al notarlo disfrutando del tan anhelado descanso le resultó imposible efectuar su maquiavélico pensamiento.
— Adoro escucharte, verte tranquila y disfrutando de lo que te rodea, pero admito que en estos momentos me resulta una tortura mantener la atención en ti cuando el sueño y cansancio me están consumiendo.
Aquella sentencia de la noche anterior había marcado el punto decisivo para llevarles a ambos a tomar el camino en dirección al hostal donde habían pagado habitaciones.
Para su desgracia, de las dos habitaciones disponibles, la de espacio más amplio se vio dominada por el usuario de magia de gabardina blanca quien se encerró, bajo llave, en el recinto, impidiéndoles a ambos cazadores la posibilidad de descansar en aquel espacio y deber compartir el sueño en una cama de tamaño más pequeño.
Geráki, cual caballero, aún cautivo por la necesidad de dormir, advirtió la incomodidad no pronunciada de la mujer y construyó la muralla de protección. Aún cuando sus más primitivos instintos le motivaran a cruzar aquella barrera, el respeto y cansancio ganaron la batalla, permitiéndole caer bajo el peso de su propia fatiga y somnolencia tan pronto se despojo de su equipamiento e hizo contacto con la superficie blanda de la cama.
Kia le observo durante incontables minutos, apreciando no sólo el físico de aquel elfo, sino también recorriendo la línea imaginaria de historia que tenían juntos, aquel vínculo forjado de manera imperceptible cuando ambos eran más jóvenes.
Finalmente se decidió a abandonar la cama, buscando la zona donde dejó sus prendas de vestir para tomarlas y prepararse un necesitado baño.
Equipo su armadura y tomó algunas de sus armas, jamás se sentiría completa y a salvo sin portar, cuando menos, un cuchillo de ataque.Manteniendo sus movimientos silenciosos y medidos, abandonó la habitación para permitir al durmiente inquilino continuar su proceso de recuperación. Camino un par de pasos hasta la habitación adyacente donde, forzando el odio a través de la fina puerta de abedul, logró confirmar que el usuario de magia también continuaba descansando. Su ceño se frunció al solo detectar una única respiración serena, señal de la ausencia del segundo inquilino en la habitación.
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Lands Of Drexim
FantasíaLa eterna guerra de los supremos desconocidos en aquel plano inalcanzable ha traído consigo la creación y destrucción de galaxias enteras. Cuando sus energías colicionan los astros de vida y luz escapan para construir las nuevas realidades, una de e...