Capítulo 3: El Fin Es Un Nuevo comienzo

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Aún con las advertencias escuchadas y el propio ardor en su magullada piel, le resultaba imposible alejarse de lo que alguna vez fue la entrada del pueblo de Owyntown, las infernales llamas de fuego continuaban danzantes sobre los ahora escombros de los edificios, devoraban la carne de lo que alguna vez poseyó vida, destruían lo que alguna vez fue y estuvo ahí para convertirlo en nada.
Risas, cantos, voces, no existían más, todo era silencio.

Quién pudiera advertir que el concurrido pueblo que abrió sus puertas a visitantes, preparo eventos y plazas de mercado para satisfacer a cada viajero y mantener alegre a sus propios habitantes necesito solamente del fuego y el caos para convertirse en cenizas, llevándose consigo incontables vidas, dañando a quienes lograron escapar.

Ante sus ojos, el fuego de aquellos momentos representaba incertidumbre, el calor que irritaba su descuidada piel un tortuoso recordatorio de que seguía ahí, aún con vida, con la oportunidad que muchos otros no pudieron tener. Era un fuego muy distinto al que noches atrás les había brindado calor, protección y seguridad, este era manifestación total de la destrucción, del caos sin control, no creado para cambiar sino para desaparecer.

Su mente no podía asimilar como las cosas habían sucedido tan abruptamente, recordaba esa mañana iniciar con la alegre y melodiosa voz de aquella inagotable hada quien le despertaba desde temprana hora para comer y comenzar el recorrido por los nuevos mercados

Anda, que si esperamos a que despiertes por completo las plazas se abarrotaran y será imposible comprar nada

Recordaba con claridad el abrir con pereza los ojos para encontrarse con aquellos brillantes y siempre vivos ojos color limón, junto a un ceño fruncido que intentaba ocultar la sonrisa juguetona en sus labios. Aquella piel lavanda pecosa que se protegía en un largo vestido color perla de hombros descubiertos y patrones florales en los bordes, envolviendo toda su delgada figura en una gabardina ámbar de cola en olanes y patrones musgo.

Fingir que sigues durmiendo no evitará que te golpeé —aún con aquella aparente amenaza, el tono juguetón continuaba presente.

Sus brazos cruzados sobre el pecho, el golpeteo del suelo con su sandalias cobrizas con largos listones unidos en moños hasta sus rodillas reflejaban su estado de impaciencia, el cual mostró crecer cuando llevó sus manos a su larga cabellera rizada de color similar a la lapislázuli atándola en una alta coleta. Cabello amarrado era sinónimo de verdadero enfado.

Con pesadez total en su cuerpo y un evidente estado de somnolencia comenzó a levantarse del suelo, permaneciendo en una posición sentada mientras estiraba sus extremidades, sus pies descalzos permitían ver con detalle las membranas color cerceta que unían sus dedos y cuyo mismo color se extendía, mezclado con una tonalidad de piel bronceada hasta sus rodillas. Sus aletas detrás de sus piernas también reaccionaron ante los estiramientos, despertando y extendiéndose en su totalidad.
Su única mano libre, con aleta también visible, repitió el proceso efectuado en las otras extremidades, teniendo como último despertar las aletas a los costados de su cabeza cuya función también era el poder recibir las señales sonoras de distintas frecuencias.

Con el cuerpo más despierto termino de levantarse del suelo, no conteniendo el gran bostezo y gruñido que mostró su hilera de puntiagudos dientes superiores e inferiores junto a un placentero vibrar de sus branquias protegidas.

Por los primarios, he visto rocas despertar más rápido que tu
comentó en dramática protesta mientras alcanzaba las gafas de visión y la pañoleta de su compañera, procediendo a entregárselos— Realmente es de admirar tu capacidad de mantener la somnolencia después de dormir tanto tiempo.

Se ató el cabello con ayuda de un pequeño trozo de cuerda y procedió a acomodar la pañoleta manteniendo cuidado de no cubrir su flequillo, finalmente las gafas con las cuales poco a poco el sueño y la vista difusa comenzó a desaparecer.
Requirió sólo un par de minutos el colocarse las botas, grebas y rodilleras para estar completamente lista.

Lands Of DreximDonde viven las historias. Descúbrelo ahora