ㅡ¡No iré! ¿Qué les ocurre? ¿Por qué de pronto hacen cosas tan extrañas? Tengo un torneo muy importante dentro de un mes y de ningún modo me lo voy a perder ㅡJeongGuk bramaba, hacía movimientos extraños con los brazos, apuntaba con el dedo índice a sus padres, incluso jalaba de su propio cabello por la frustración, pero nada parecía hacer cambiar de opinión a los señores Jeon, quienes al ver que el chico no había comenzado a empacar, decidieron hacerlo por élㅡ¡Mamá, basta! No hagas esto, no puedes enviarme allá, es peligroso...ㅡintentaba agarrar las manos de su madre para detenerla de seguir metiendo su ropa a la gran maleta, pero nada funcionabaㅡ... Papá...ㅡpero también lo ignorabaㅡSomi, vamos, diles algo, no puedes dejar que te separen de tu hermano, ¿o sí? ㅡel chico corrió desesperado hacia su melliza cuando la vio acercarse un poco a la puerta de su habitación, tomándola por los hombros y mirándola a los ojos con pura necesidad.
ㅡLo siento, oppa, pero papá y mamá pasaron la noche despiertos buscando un lugar al cual enviarte en vacaciones, yo no puedo hacer nada. ㅡle dijo ella, con una sonrisa apretada y cierto deje de lástima.
ㅡEsto es una locura... ㅡmurmuró, sentándose en la cama y aparentemente dándose por vencido.
ㅡMás vale que te des un baño antes, el camino es largo y seguro no te has bañado en días. ㅡdijo su madre, cerrando la maleta con ayuda de su esposo.
ㅡNo voy a ir. ㅡdijo, sin mirarla.
ㅡTienes treinta minutos. ㅡy salió del cuarto, arrastrando la maleta.
ㅡPapá, por favor, tienen que entrar en razón... ㅡmurmuró, mirando a su padre con angustia.
ㅡHaz lo que dijo tu madre, nos iremos a las diez. ㅡy con eso salió de ahí, sin mirar la cara de su hijo, quien estaba al borde de su segundo colapso.
ㅡ¡No es justo! ¡Ya tengo dieciocho, ya soy mayor de edad y no pueden decidir por mí! ㅡgritó a todo pulmón, levantándose de la cama como un resorte.
ㅡLa mayoría de edad aquí es a los veinte. ㅡdijo Somi.
ㅡDemonios...
ㅡPor cierto, ¿Cómo me vas a pagar? ㅡinquirió ella, obteniendo una mirada confundida de su mellizo.
ㅡ¿Pagarte por qué? ㅡfrunció el ceño y se cruzó de brazos.
ㅡ¿Quién crees que va a limpiar tu pocilga mientras no estás? ¿La vecina?
ㅡ¿Vas a limpiar mi habitación?
ㅡAsí es, y más te vale que la paga sea buena, porque este lugar está hecho un asco, puedo apostar a que tienes comida pudriéndose debajo de la cama y ropa sucia de hace dos semanas en algún rincón, huele a muerto acá. ㅡacusó Somi, mirando con asco el cuarto de Guk.
ㅡYo no te he pedido que limpies nada, así que no veo por qué pagarte. ㅡalzó los hombros.
ㅡBien, entonces no lo haré, espero que cuando llegues no haya demasiadas formas de vida además de ti viviendo aquí, te prometo que nadie entrará. ㅡy después de eso ella también se fue.
El pelinegro suspiró pesadamente y se dejó ir hacia atrás, mirando el techo y con su cabeza trabajando al máximo para buscar, en menos de treinta minutos, una forma de no ir al condenado retiro.
No se le ocurría nada, en lo absoluto nada, pero no por eso iba a rendirse, no necesitaba ninguna razón para quedarse además de su voluntad, entonces, con los niveles de ira recargados, salió del cuarto y enfrentó nuevamente a sus progenitores.
ㅡ¡No iré! ¡No hay manera en la que puedan hacerme cambiar de opinión y no pueden obligarme! ㅡse plantó en la puerta, con las piernas bien abiertas y las manos en la cintura.
ㅡJeongGuk, basta, ya está decidido y tu madre y yo hicimos el depósito, no hay vuelta atrás. ㅡregañó el padre.
ㅡCon ese dinero que gastaron en esta estupidez pudieron comprarme la nueva consola, pero no, decidieron tirarlo a la basura.
ㅡA ti no te incumbe en qué gastamos el dinero, ya tuvimos suficiente de tu comportamiento. Ahora, si no vas a ducharte, agarra tu maleta y métela en el auto. ㅡdijo el hombre.
ㅡ¡No!
ㅡBien, entonces yo lo hago, con permiso. ㅡel señor Jeon agarró la maleta y se dispuso a salir.
ㅡNo me voy a mover de aquí. ㅡel chico se puso de cara contra la puerta y extendió sus brazos a los costados para impedir que pudieran abrirla.
ㅡCreo que no debimos decirle que iba a ir a un retiro... ㅡdijo la madre, con una expresión de aflicción.
ㅡComo sea, lo hecho hecho está, y de que el niño se va hoy, se va hoy ¡Somi, ahora! ㅡgritó el papá, JeongGuk quedó confundido pero no se movió, sin embargo en cinco segundos comenzó a sentir muchas cosquillas. Era su melliza que movía sus dedos por todas sus costillas y axilas para hacerlo ceder. ㅡ¡Cariño, abre la puerta, rápido!
ㅡ¿Qué haces? ㅡgritó el pelinegro entre risas dolorosas ㅡ¡Basta! ¡Esto es un complot! ㅡse retorcía ㅡ¡Ayuda, policíaaa!
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𝐆𝐚𝐦𝐞𝐫 𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 | 🇹🇦🇪🇰🇴🇴🇰
أدب الهواةLos padres de JeongGuk, al ver que su hijo no hacía nada además de jugar videojuegos, comer e ir al baño para poder seguir jugando videojuegos, deciden inscribirlo a un programa en el que será enviado a una casa en medio del campo la cual no tiene a...