𝐆𝐚𝐦𝐞𝐫 𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 | 🇹​🇦​🇪​🇰​🇴​🇴​🇰​

Retrigger

ㅡ¿Qué me ves? ¿Crees que es mi intención parecerme a ti? ㅡle ladró un somnoliento JeongGuk al mapache que había vuelto la mañana siguiente a buscar más comida.

Sí, seguramente se parecía un poco al mapache gracias a las enormes ojeras que obtuvo por no poder conciliar el sueño durante toda la noche, y en su defensa ¿Quién habría podido hacerlo luego de semejantes sucesos?

El mapache chilló un poco y el chico suspiró cansado, partiendo la barrita de nueces en dos partes y poniéndola en el suelo.

ㅡNo sé por qué sigo alimentándote... eres un cobarde, no me has ayudado en dos ocasiones. Aunque, bueno... supongo que aprendiste la lección y ahora no te metes en problemas. ㅡdijo, refiriéndose a la oreja cortada del animal.

Suspiró con cansancio y cerró la puerta, no iba a quedarse a acompañar al mapache mientras desayunaba y arriesgarse a que otra avispa asesina se colara en la casa.

Regresó a su cuarto por un cambio de ropa, ahora también podía estar en el salón sin ser grabado por una cámara, pero eso sólo duraría unos días.

Tal vez al levantarse no se dio cuenta, pero al volver a entrar, pudo notar que algo estaba tirado a un costado de la cama. No recordaba haber dejado algo allí, sus cosas estaban tiradas pero no en ese lugar, así que se acercó y sintió una mezcla de confusión, vergüenza y molestia al ver que era la dichosa chaqueta por la que el idiota había ido la noche anterior.

¡Todo el escándalo para que al final la hubiera olvidado!

Bueno, aunque tuvo sus ventajas...

¡Cállate!

Recogió la chaqueta y la lazó dentro del clóset otra vez. Ahora estaba nervioso porque eso significaba que el extorsionador regresaría por ella y no sabía cómo verlo sin sentirse abochornado por lo que pasó.

Joder, se sentía tan estúpido... y gay... y virgen. 

Una melodía que ya conocía bien se hizo sonar y corrió a la sala para contestar el teléfono. Era su madre.

ㅡHola, má. ㅡsaludó aún adormilado.

ㅡBuen día cielo, espero que no te haya despertado. Son las diez, es muy tarde para estar en  la cama. 

ㅡ¡Pfff! No me despertaste... desperté cinco minutos antes de que llamaras. ㅡsu mamá resopló y Guk estuvo seguro de que también rodó los ojos.

ㅡ En fin, ¿cómo te va con esos horribles fantasmas? ¿Ya se han estado alejando? Has estado usando el talismán como te lo dije, ¿verdad? ㅡsu voz sonaba amenazante. Esperaba una respuesta positiva a todas sus preguntas.

ㅡUh... ¡Sí! Sí, lo he pegado en mi frente todas las noches desde que me lo diste y... mmm ¡Es genial Lamento no haber creído en su... poderosa... magia chamánica ancestral y legendaria. Esos espíritus se están alejando cada vez más.

ㅡ¡Que alegría, cielo! ㅡexclamó la mujer ㅡTe lo dije, si algo más sucede sólo avísame y te llevaré otro. 

ㅡSí, mamá. Gracias.

ㅡPor cierto, tu papá envía saludos. 

ㅡHola, hijo. Llevaré un balón de fútbol americano el próximo sábado, así ve preparándote a menos que quieras que tu hermana vuelva a aplastarte. ㅡse oyó la voz del señor Jeon a lo lejos.

ㅡTe voy a aplastar, oppa. ㅡdijo Somi.

ㅡ¡Já! En tus sueños. ㅡse defendió Guk.

ㅡNos vemos, cielo. ㅡy SeolHa colgó.