𝐆𝐚𝐦𝐞𝐫 𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 | 🇹​🇦​🇪​🇰​🇴​🇴​🇰​

Polaroid

Llamaron a la puerta y JeongGuk creía tener una pista de quién podría ser su visita.

ㅡNo entres, te traeré el teléfono. ㅡdijo, dándose la vuelta y corriendo a la habitación. Ni siquiera pudo ver al moreno a los ojos por más de un segundo.

Cuando tuvo el teléfono en la mano, se giró y jadeó de susto al ver al más alto frente a él. 

ㅡ¡Te dije que no entraras! ㅡreprendió, mirándolo con molestia. Cada vez que se encontraban, parecía tener la misma apariencia, su cabello rizado y brillante, bajo una gorra o un beanie negro, una chaqueta, sudadera o rompevientos del mismo color, un pantalón jogger, unas botas y un barbijo... ¿el color? ¡Negro!

¿Por qué debería sentirse culpable al recibir esa mirada resentida luego de haberle dicho que no tenía interés en volver a verse si después de todo ni siquiera conocía su rostro? Todo el tiempo era como si el extorsionador estuviera restregando en la cara de JeongGuk que le resultaba perfecto aprovecharse de él y no volver a verlo jamás, tanto así que incluso su vestimenta parecía decirle "Oh, no te preocupes, significas tan poco para este tipo que ni siquiera va a dejar que veas su cara".

¡¿Además no era obvio?! La manera en la que se conocieron, el lenguaje que usó con él desde el principio... ¡Dios! Estuvo a punto de confundirse terriblemente. Aquel momento en el que el moreno entrelazó sus manos y jadeó en su cuello antes de correrse dentro de él casi lo hacía olvidar el tipo de relación que tenían, si era que aquello podía recibir nombre.

Así que no iba a comportarse decentemente con un idiota que lo trataba como una ramera. Tenía que hablar el mismo idioma.

ㅡTómalo y vet... ¿Qué te ha pasado en la cara? ㅡen un momento, los ojos de Guk encontraron el comienzo de lo que parecía ser una marca en el pómulo izquierdo del mayor; parecía ser que alguien lo abofeteó momentos antes.

ㅡ¿Tengo que responder? ㅡsu tono era indiferente y ahora el abofeteado era el subconsciente de JeongGuk por haber mostrado preocupación de nuevo.

ㅡSólo llévatelo. ㅡgruñó el castaño, estampando el teléfono en el pecho del moreno, pero antes de que éste pudiera tomarlo, la casa avisó que alguien más esperaba en la puerta.

Jeon abrió los ojos como platos y el moreno apretó los puños, ambos claramente nerviosos. Al último nadie tuvo que decirle que corriera a esconderse y JeongGuk lanzó el teléfono debajo de la cama para apresurarse hacia la puerta y verificar quién osaba a ponerlos en tal aprieto.

Pero casi se le caía la mandíbula al ver que era Choi SooYoung.

Y lucía muy mal.

ㅡ¿S-señora Choi? ㅡtartamudeó el chico, viendo a la dama con confusión y miedo. 

SooYoung entró a la vivienda a traspiés, con los ojos rojos y aguados, el maquillaje corrido, una media rota, el cabello revuelto y aparentemente algo ebria; ni siquiera llevaba los tacones puestos así que no tuvo que quitárselos para entrar. Se desparramó el el sofá mediano y comenzó a llorar desconsoladamente, dejando al pobre chico tan aturdido que pensó que todo era un sueño extraño.

Estaba tan borracha que ni siquiera se percató de que el seguro térmico estaba desactivado.

ㅡ¿Qué ocurre? ㅡasistió Jeon, hincándose a la altura del sofá para ver a su casera, de lo cual se arrepintió al instante porque su apestoso aliento alcohólico le quemó los pelos de la nariz.

ㅡ¡Oh, JeongGuk! ㅡsollozó lastimera, haciendo un gran e inevitable puchero que arruinó su labial rojo ㅡTodo ha estado mal estos días ㅡcontinuó ㅡ; la demanda que recibí por culpa del hijo de puta que te atacó hace unas semanas, mi tortuga murió ayer, mis padres me exigen que tenga hijos y, por si fuera poco...por si fuera poco...¡Mi marido me pide el divorcio! ㅡchilló desgarradoramente y volvió a desatar su llanto ㅡNo tengo a dónde más ir.