𝐆𝐚𝐦𝐞𝐫 𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 | 🇹​🇦​🇪​🇰​🇴​🇴​🇰​

Indeleble

ㅡNo me han dicho a dónde vamos. ㅡseñaló JeongGuk, mirando el tráfico al rededor de ellos a través de la ventanilla.

ㅡA mí tampoco me lo han dicho, y vaya que soy su confidente. ㅡse quejó Somi, haciendo rodar los ojos a su hermano.

ㅡEs una sorpresa, chicos. ㅡdijo el señor Jeon, sin despegar la vista del camino.

ㅡNo me gustan las sorpresas. ㅡrespondieron al unísono, haciendo reír a sus padres.

ㅡNo falta mucho para llegar. ㅡavisó la señora Jeon.

ㅡEl hecho de que vengamos tan arreglados me da mala espina. ㅡdijo JeongGuk, viendo sus zapatos brillantes.

ㅡ¿Acaso vamos a una fiesta? ㅡinquirió Somi, emocionada.

ㅡHemos dicho que es una sorpresa, hija. ㅡregañó YongWoo y Somi se cruzó de brazos, molesta.

Lo último que recordaba JeongGuk fue haber cerrado los ojos, al despertar con la voz de su madre diciendo "Llegamos", pudo ver lo que parecía ser un lujoso restaurante. Un ancho edificio de dos pisos, con enormes ventanales que dejaban ver a varios meseros. El interior estaba sutilmente iluminado y se veía costoso, sin olvidar que estaban en una zona bastante exclusiva.

ㅡ¿Por qué hemos venido aquí? ㅡpreguntó el chico.

ㅡYa verás. ㅡrespondió su madre, emocionada.

ㅡSólo dígannos. ㅡrenegó Somi.

En la entrada los recibió un amable recepcionista, quien los guio cordialmente hacia una gran y hermosa mesa en el centro del segundo piso, al que tuvieron que llegar en elevador. 

No había nadie a excepción de ellos y del personal en el sitio, lo cual hacía sentir extraño a Guk.

Se sentaron en la mesa, en donde sólo quedaron dos lugares más, y de inmediato les sirvieron vino a los adultos y sidra sin alcohol a los menores; además de eso colocaron un plato de olivas verdes, uno de caviar, otro de queso de cabra y uno más con pan de campo tostado con mantequilla avellanada y espolvoreado con perejil.

Todo era muy extraño para JeongGuk, pues su familia parecía disfrutar plena y evidentemente de la situación. 

Sin embargo no transcurrió mucho tiempo para que algo lo dejara completamente en blanco y a la vez le diera la explicación.

ㅡSeñora ㅡdijo el mesero que se quedó al lado de ellos, corriendo a recibir el saco de Choi SooYoung ㅡ. Sus invitados están aquí. ㅡanunció, haciendo una reverencia.

No era el ver de nuevo a SooYoung lo que dejó en shock a Guk, sino que ella iba acompañada de un hombre. Un hombre alto, fornido, moreno, de cabello rizado azabache, jodidamente guapo y de ojos oscuros y afilados.

Un hombre que JeongGuk conocía.

Un hombre magníficamente venenoso.

El hombre que lo hizo pedazos en menos de sesenta días.

ㅡChicos, esta era la sorpresa. ㅡanunció SeolHa, poniéndose de pie al igual que su esposo para intercambiar reverencias con el otro matrimonio.

ㅡLa señora Choi nos ha hecho varios regalos ㅡhabló el padre hacia sus hijos, sonriendo en grande ㅡ. Primero se disculpó interminablemente con nosotros por lo que pasó cuando JeongGuk estaba confinado, luego nos ofreció un reembolso mayoritario del pago inicial y por último nos ha invitado a cenar en uno de sus restaurantes más exclusivos ㅡdijo con emoción ㅡ. Chicos, por favor, agradezcan a la señora. 

Somi dio las gracias con la misma emoción que sus padres pero JeongGuk apenas pudo murmurar las palabras sin siquiera quitar la mirada del piso.

ㅡHa sido un gusto para mí ㅡrespondió SooYoung, sentándose en las sillas restantes junto a su esposo, quien con un semblante severo y estoico, no se dignó siquiera a ver a JeongGuk, quien de la misma manera sólo podía mirar hacia abajo, sintiendo el rostro caliente, las manos sudorosas, el estómago revuelto y una dificultad inmensa para llevar el aire más allá de su garganta ㅡ. Antes tuve una actitud reprobable hacia ustedes, señores Jeon, y hacia su hijo, así que me puse a pensar y deduje que no era tarde para disculparme. Sé que esto no borra el pasado pero es mejor que nada. Espero que lo pasemos bien esta noche. ㅡalegó con una encantadora sonrisa. Su cabello corto y lacio brillando bajo la luz amarilla de las bombillas adornadas de cristales finos.