ㅡ¡No mamá! ¡Te juro que yo sólo...! Espera, ¿qué?
ㅡ¡En esta casa hay brujas! ㅡla señora Jeon seguía en pánico.
ㅡ¿Brujas? ㅡrepitió el señor Jeon, confundido al igual que sus hijos.
ㅡ¡Compré el talismán equivocado! Ya decía yo que las cosas seguían mal, esas malditas brujas te están seduciendo, con razón te notaba como enamorado. ㅡse lamentó.
ㅡ¿Enamorado? ㅡrepitió Somi.
ㅡ¿JeongGuk? ㅡinquirió YeongWoo.
ㅡNo puede ser. ㅡlloriqueó JeongGuk, poniendo la palma de su mano en su frente.
ㅡNos vamos. Hablaré con la señora Choi para que sepa que vendré mañana a entregarte un nuevo talismán ㅡdeterminó SeolHa, yendo por su bolso y apagando el televisor ㅡ. No temas, cielo, mamá te ayudará a librarte de las malvadas brujas que te atormentan y te roban la juventud. ㅡdijo sentimentalmente, besando la frente de su hijo y arrastrando a su esposo y a su hija hacia la salida.
JeongGuk se quedó solo en la casa, quieto, mirando a un punto inexistente, casi en shock.
Duró así varios minutos hasta que reaccionó, tomando aire profundamente.
ㅡ¡Todo esto es tu culpa! ㅡchilló, mirando hacia la cámara del pasillo y apuntando con su dedo índice.
Al siguiente día, tal como dijo, SeolHa le llevó a su hijo un nuevo talismán para luchar contra la magia negra y bendecido por el monje más viejo que pudo encontrar en Seoul.
Y allí estaba JeongGuk, comiendo el cereal con el papel pegado en la frente y con cara de culo.
¿En serio? ¿Brujas?
No entendía nada. No sabía si su suerte era demasiado buena o demasiado mala, había que ponerse subjetivos pero no tenía tiempo ni ánimos para pensar en eso.
Ni siquiera sabía cómo sentirse.
Y todo empeoró en la noche cuando después de una larga llamada con su madre en donde tuvo que rezar junto a ella, alguien abrió la puerta.
Y vaya que ya no era una sorpresa.
ㅡ¡Regresa por donde has venido! Eres a quien menos quiero ver ㅡrugió Guk desde el salón, viendo cabreado cómo el extorsionador entraba en la casa ㅡ¿No has oído?
ㅡ¿Puedes bajar la voz un poco? Vine aquí para huir de los gritos y tú me recibes con más. ㅡsu voz sonaba igual de grave y sedosa que siempre pero algo no cuadraba.
Además tenía los ojos rojos.
ㅡPor tu culpa mi mamá piensa que estoy enamorado de una bruja. ㅡrecriminó, disgustado porque el moreno ya se había sentado en el sofá pequeño.
ㅡ¿Ah sí?
ㅡ¿Qué acaso no viste las grabaciones? ㅡdijo, de mala gana.
ㅡNo siempre estoy espiándote, ¿crees que vivo pegado al monitor? También tengo una vida, ¿sabes? ㅡy JeongGuk se sintió patético y avergonzado porque todo ese tiempo, aun si no lo había notado, se la pasó pensando en que el azabache lo había estado viendo día y noche.
ㅡLo que sea ¿por qué estás aquí de todas formas?
ㅡNo tenía a dónde más ir.
ㅡNo hables como si fueras un perro callejero. Hay algo que se llama hotel.
ㅡEn el hotel no hay nadie que me haga compañía.
ㅡQué llorón, pareces un mocoso.
ㅡMhm. ㅡronroneó el azabache, cerrando los ojos.
Jeon frunció el ceño al detectar un olor extraño en el aire.
ㅡ¿Te drogaste? ㅡinquirió con desagrado.
ㅡSí.ㅡrespondió sin abrir los ojos.
ㅡHueles horrible. ㅡarrugó la cara.
ㅡ¿Tú a qué hueles?
ㅡMejor que tú. Anda y déjame tranquilo, se te está haciendo costumbre venir a molestarme.
ㅡElla no quiso firmar el divorcio. ㅡsoltó aún con los ojos cerrados.
ㅡ¿Divorcio?... ¡¿Estás casado?!
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𝐆𝐚𝐦𝐞𝐫 𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 | 🇹🇦🇪🇰🇴🇴🇰
FanfictionLos padres de JeongGuk, al ver que su hijo no hacía nada además de jugar videojuegos, comer e ir al baño para poder seguir jugando videojuegos, deciden inscribirlo a un programa en el que será enviado a una casa en medio del campo la cual no tiene a...