Epílogo

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Con la llegada de cada verano, JeongGuk siempre se acordaba de aquella vez cuando sus padres lo forzaron a ir a un campamento raro al estilo cuarentena para ayudarlo a sacarse de encima todos sus vicios... cielos, lo recordaba tan bien.

No sería porque el campamento había estado en el medio de la nada, tampoco porque se trataba de una casa lujosa sin conexión a internet, mucho menos porque había pasado dos meses casi solo por completo... era más bien porque allí conoció de la manera más bizarra al hombre que lo llevó a enamorarse verdadera y dolorosamente por primera vez.

¿Cómo olvidarlo si gracias a él vivió los años más penosos de su adolescencia y temprana adultez? ¿Cómo olvidarlo si justo ahora se hallaba en aquella casa junto a Kim TaeHyung?

Un año antes...

JeongGuk con la cabeza de TaeHyung en su regazo, tumbados bajo la sombra irregular de un enorme abedul cuyas raíces surcaban unos cinco metros a la redonda del pastizal en el que se hallaba.

Ambos bebían la leche de plátano que el mayor había llevado a casa de Jeon la noche anterior. Ninguno hablaba y se dedicaban a sentir la presencia del otro, lo cual era suficiente para hacerlos sonreír sin esfuerzo.

ㅡHace tres años te conocí en persona. ㅡsoltó TaeHyung, mirando las hojas colgantes del gran árbol.

ㅡ¿De verdad hace tres años estuvieron a punto de matarme? ㅡexclamó Guk, repentinamente inquieto al recordar el incidente con Lee YiZhou.

ㅡ¿Qué? ¿De qué hablas? Yo te conocí en persona antes de salvarte de YiZhou.

ㅡ¿Qué?

ㅡCuando recién habías llegado a Akdeob te pusiste a ver una película de terror, una sobre un muñeco... ㅡno hizo falta más para que el chico se acordase al instante de aquella noche de películas consigo mismo ㅡ... entré a la casa para dejar la nota en donde proponía el trato ㅡnarró con un poco de vergüenza luego de todo lo que había pasado a raíz de su estúpido plan ㅡ. Quise dejarla por la noche pero seguías despierto, así que me tuve que quedar allí escondido hasta que te fuiste a la cama ㅡsonrió automáticamente como si las diapositivas de ese día pasaran frente a él ㅡ. Te veías bonito dormido, tan bonito e indefenso... ㅡdijo con dulzura, pero la sonrisa le duró poco ya que JeongGuk le tiró un puñetazo en el brazo ㅡ¡Oye! ¿Quién iba a decir que resultarías ser un mocoso violento y grosero? ㅡbromeó.

ㅡ¡Que te den! ¿Sabes lo terrorífico que fue para mí pensar que había un fantasma en la casa? Todo se jodió cuando vi la maldita nota, sólo pude imaginarme un final tipo el exorcista. ㅡse lamentó, reprochando.

ㅡMe arrepiento de haberte hecho pasarlo mal en Akdeob... es una casa preciosa, debí haberte dejado en paz y no meterte en los problemas que tenía con SooYoung... ㅡenunció con seriedad, mirando a los ojos al castaño, transmitiéndole todo su arrepentimiento, arrepentimiento del que Guk ya no quería saber más.

ㅡYa, ya. Tampoco te pongas a lloriquear ㅡinterrumpió el menor al ver la expresión de su pareja tornarse oscura de repente ㅡ. Algo bueno salió de eso... algo muy bueno. 

ㅡ¿Ah sí? ¿Qué? ㅡinquirió sugerente.

ㅡDejé mi adicción a los videojuegos.

TaeHyung puso una cara de decepción y enfado cuando no escuchó una respuesta que esperaba, haciendo reír al menor, quien entre carcajadas se agachó un poco para plantar un besito en el mohín del moreno.

ㅡY por su supuesto, también nosotros. ㅡcompletó, sin dejar de sostener el rostro de Kim, quien ahora no podía inhibir una sonrisita mimada.

ㅡHazlo de nuevo ㅡpidió, mirando encantado a los ojos del chico, quien respondió con un nuevo beso, esta vez presionando por más tiempo y con más fuerza sus labios contra los de TaeHyung ㅡ. De nuevo ㅡpidió otra vez cuando Guk se separó, obteniendo un tercer beso ㅡ. De nuevo. ㅡcontinuó, haciendo reír tiernamente al menor, que obedeció sin dudarlo ㅡ. De nuevo. 

ㅡYa basta. ㅡrenegó entre risas.

ㅡBueno, lo hago yo. ㅡy dicho eso, puso su mano izquierda en la parte trasera del cuello de Guk y lo hizo bajar hasta poder darle un beso mucho más largo, enérgico y húmedo que los anteriores. Cuando se separaron luego de varios segundos, TaeHyung lo miró con ensoñación y le dijo ㅡVayamos a Akdeob juntos.

ㅡ¿Cómo dices? ㅡJeongGuk no podía creer la propuesta del moreno.

ㅡVayamos a Akdeob una vez al mes a partir del próximo año.

ㅡ¿Por qué? ¿Para qué?

ㅡQuiero reemplazar los malos recuerdos que tienes allí conmigo.

ㅡTaeHyung...

ㅡY quiero estar allí contigo... otra vez... ahora sin mentiras ni peleas ni presiones.

TaeHyung era tan ocurrente, ocurrente y necio. No iba a encontrar forma de hacerlo olvidar semejante idea, y tampoco quería hacerlo, así que helos allí en Akdeob por segunda vez. 

No bien el moreno llegó de Paris tras la construcción de una nueva sucursal de su marca, condujo directo a la casa de los Jeon (sin que los padres de su novio se dieran cuenta, claro) y se llevó a JeongGuk con él a Akdeob.

ㅡ¿Quieres ver cómo quedó mi nueva tienda? ㅡofreció TaeHyung, sacando su teléfono del bolsillo de su chaqueta, y JeongGuk murió de ternura al verlo tan emocionado, como un pequeño que está a punto de mostrarle a su madre el dibujo que ha hecho en la escuela.

ㅡHasta la pregunta ofende, claro que quiero verla.

TaeHyung sonrió hasta los ojos y se acomodó mejor en el gran sofá para darle al menor una mejor vista de su teléfono, que mostraba la imagen de una enorme tienda, la fachada era de azulejo negro absorbente, el interior era tan blanco que brillaba tras el gran vidrio y arriba de todo reposaba "Rubato" en letras que fácilmente podrían ser de oro real.

ㅡ¿Qué tal? ㅡpreguntó el moreno sin perder su entusiasmo. Se sentía tan orgulloso como cuando construyó su primera tienda a pesar de que aquella de la foto era la décima tercera.

JeongGuk le dio un besito húmedo en la mejilla y le sonrió con ternura.

ㅡEs asombrosa, me pregunto cuándo me llevarás a verla en persona.

ㅡ¿Es en serio? ㅡinquirió incrédulo.

ㅡTotalmente.

ㅡEn ese caso te llevaré a Barcelona, esa es mi favorita.

ㅡLlévame a donde sea.

ㅡ¿Qué te parece si te llevo a la cama por lo pronto?

Y JeongGuk se aferró al cuello de su novio cuando éste lo levantó en brazos, caminando con él hacia la habitación.

Y JeongGuk se aferró al cuello de su novio cuando éste lo levantó en brazos, caminando con él hacia la habitación

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𝐆𝐚𝐦𝐞𝐫 𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 | 🇹​🇦​🇪​🇰​🇴​🇴​🇰​Donde viven las historias. Descúbrelo ahora