𝐄𝐥 𝐯𝐢𝐚𝐣𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐥𝐛𝐚 - 𝐄𝐝𝐦𝐮𝐧𝐝 𝐏𝐞𝐯𝐞𝐧𝐬𝐢𝐞

𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐝𝐞 𝐛𝐨𝐝𝐚𝐬

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POV'S EDMUND

-Tu puedes Edmundo, tu puedes - decía ______ mientras subía las escaleras.

-Si yo se, pero no me digas Edmundo - subí hasta el segundo piso y me acerque a la puerta de la habitación principal- abre - ella abrió la puerta y lanzó su ramo.

-Wuu - la acerque a la cama y la arroje sobre ella - otra vez- me abrasó de nuevo y la volví a lanzar, su vestido era más grande que ella por lo cual cuando estaba recostada solo se miraba su carita salir - hola - aplastó su vestido y me miró.

-Hola hermosa - ella se sonrojó y sonreí, extendió sus brazos y me hizo señas con sus manos para que me acercara - ¿Quieres un abrasó?

-Te quiero Edmund - me subí sobre ella y la abracé - Mmhg.

-¿Tienes sueño?

-Nop - respondió sin soltarme, me separe de ella porque la estaba aplastando y me recosté en la cama.

Mire la habitación, era de un color azul marino grisáceo, había una ventana en a lado de la cama que daba al patio, otra estaña sobre la cama, de ahí se podía ver la luna, en la habitación había un armario y un tocador para _____, dos mesitas de noche una a cada lado de la cama, unas repisas en la pared en la que había plantas, velas y libros.

Suspiré y mire a _____, la abracé de nuevo y ella me miró - Eres muy apuesto - dijo ella acariciando mi hombro.

-Y tu muy hermosa - comencé a acariciar su espalda y ella sonrió.

-¿Tienes que trabajar mañana?

-Tengo tres días libres - ella sonrió aún más y se acercó uniendo nuestros labios.

-Quiero quitarme mi vestido - dijo haciendo un puchero.

-Creí que te gustaba.

-Lo adoro, me siento como una princesa- dijo sonriendo.

-Eres una reina cariño, literalmente- ambos reímos y ella comenzó a acariciar mi mejilla.

-Me siento como las princesas de mis libros.

-¿Las princesas de tus libros no bailan con sus esposos? - ella sonrió al igual que yo.

[Puedes poner la música]

Puse uno de los discos de vinilo que encontramos mientras limpiábamos el ático, me acerque a _____ ella sonreía y puso su mano en mi hombro, yo la pasé por su cintura y comenzamos a bailar lento, ella me miraba y sonreía, le di una vuelta, con su vestido se miraba hermosa, su cabello ahora con rulos, su aroma a flores, la acerque de nuevo a mi, esta vez abrazándola, sentía que estaba en un sueño, si era así... no quiero despertar.

La abracé mientras bailábamos y puse mi mano en su cabello comenzando a acarícienlo, ella llevo sus manos a mi nuca haciendo lo mismo, escondí mi rostro en su cuello, su piel se erizó cuando mi aliento hizo contacto con ella mientras eso ocurría recordé muchas cosas.

Nuestro primer beso, primer baile, su expresión cuando le regale por primera vez un libro...

Todo era mágico con ella, mientras ella se protegía en su propio mundo, yo me encargaba de proteger el mío, que era ella, ES ELLA.

Es mi mundo, mi razón, mi razón de cambiar, de ser quien soy.

Tome su barbilla e hice que me mirara, uní nuestros labios, el beso era lento, tan mágico pero no inexperto como el primero, ella sonrió en el beso, sentir como sus labios se curvaban en una sonrisa cuando me besaba, simplemente aumentaba la magia, me fascinaba esa sensación. También me encantaba sentir el frío de sus anillos en mis mejillas cuando ella me atraía profundizando el beso.