Epílogo

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Tres años, habían pasado tres años, desde el casamiento de ______ y Edmund Pevensie, tres años desde que el libro de ______ se había publicado y puesto en venta.

Lo que comenzó como un sueño, en el que ella quería que las demás personas creyeran en un poco de magia, se creó un gran paso, para ella y muchas mujeres.

Después de ser rechazado por él simple echo de que en la portada será él nombre de una autora de una mujer.

¿¡Como una mujer puede hacer algo!?

¡¡Seguro es producto de brujería!!

Fue negado porque _____ en ese mundo usaba pantalón, fue negado porque se hablaba de un león y no de dios, fue negado porque en su tercer tomo se habló de dos hechizos, fue negado por que simple una mujer lo había escrito.

Después de que la chica le rogara muchas veces a su esposo, él aceptó que pusiera su nombre en el lugar de ella.

¿Por que su nombre? Porque él es un hombre.

¿Por que ella le necesito rogar? Él no se quería quedar con el crédito de su esposa.

En todas las entrevistas, prensa, incluso el día de la primera exhibición, todo giraba en torno a él, cosa que le molestaba ya que incluso le decían a su esposa que se apartara. Él nunca lo acepto, en cada foto de publicidad siempre estaba su amada.

Incluso él quiso acabar con esa farsa, pero si lo hiciera el libro y todo lo que se había construido se vendría abajo.

-______- la llamó mientras él entraba a su casa.

-Hola Ed - lo saludó desde la cocina.

-Me dieron esto para que los firmara - dijo él cargando una caja repleta de libros.

-¿Que? - dejó lo que estaba haciendo y se acercó a él.

-Son de la nueva edición, solo traje cuarenta - dejó la caja sobre la mesa - dijeron que estos se podrían vender un poco más caros, solo si tú quieres claro.

La chica sacó uno de la caja y lo miró, era lo más hermoso que había visto, en la portada decía _.E Pevensie con detalles dorados, miró entre sus hojas y ahí habían dibujos que ella misma había echo, de su amiga/cuñada entrando al ropero, su otra amiga con un arco, Peter protegiéndolas de los lobos y la vez que ella le limpió las heridas del rostro a su amado Edmund.

Lagrimeo un poco y suspiró, Edmund enternecido la abrasó por la espalda, él sabía que de esa manera ella se sentía más protegida, le gustaba sentir el cálido aliento de Ed en su nuca, sentir que él siempre la protegería y no la apuñalaría por la espalda.

-Te amo presiosa - dejó un beso en su cuello, escuchó como ella suspiró y decidió volverlo a hacer.

-Te amo Edmund- dejó el libro de lado y lo miró - eres el amor de mi vida, lo sabes ¿verdad?

-Me lo habías dicho- sonrió y dejó un beso en su hombro. - me lo dices todos los días.

-Y tu me das una rosa todos los días - le mostró la rosa que él le había dejado esa mañana, después de que él hiciera el desayuno, y notar como ella se emocionó notablemente, él decidió darle una todos los días de su vida. -Ed - ella acunó el rostro de su amado entre sus manos.

-¿Si?

-Tengo que decirte algo - le respondió causándole escalofríos al chico.

-¿Estas bien? ¿Aún te sientes mal? ¿Quieres que te lleve de nuevo al doctor? - le preguntó preocupado mientras sostenía sus manos, él se volvió un poco más paranoico con ella desde que ocurrió el incidente del barco.

𝐄𝐥 𝐯𝐢𝐚𝐣𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐥𝐛𝐚 - 𝐄𝐝𝐦𝐮𝐧𝐝 𝐏𝐞𝐯𝐞𝐧𝐬𝐢𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora