¿Harry?

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—Mamá — el chico tomó sus manos pero aún así seguía temblando— mamá — se sentó en el suelo y puso la cabeza de su madre en sus piernas para que no siguiera lastimándose con el suelo — yo te cuido... yo te cuido. — muraba una y otra vez — uno, dos, tres...

— Caspian — su madre lo tomó por los hombros —  se que te sentirás perdido y solo, pero créeme que yo estoy ahí — dejó un beso en la frente de su hijo — te amo.

—Mami — la llamó mientras se cubría con las mantas.

—¿Si? — miró al pequeño de ya casi seis años — ¿qué pasa cuando hace frío?

—Bueno, se descubrió que hay algo llamado cambio climáti-

—No, mami — la interrumpió tomado su mano — cuando sólo yo tengo frío y siento que el aire me falta — ella miró a su hijo y acarició su sedoso cabello.

—Ve a un lugar que te sientas seguro, cubre tus oídos y cierra tus ojos contando a cien — le respondió.

—Si mami — le respondió él sonriendo — mami.

—¿Que pasa mi vida?

—¿Cuando viene mi hermanita? — preguntó mirando el estómago de su madre.

—Caspian te dije que puede que sea niño — dijo ella.

—Bueno, niño— hizo un puchero — ¿Puedo decirle un secreto? — le preguntó y su madre asintió, el pequeño salió de entre las mantas y se acercó a la panza de su madre comenzando a susurrarle "secretos" que su madre siempre terminaba escuchando — hola, soy Caspian, ya sal, te prometo que seré buen hermano, te podré compartir mis juguetes y puedo enseñaste a leer — dijo él y miró a su madre que se hacía la que no escuchaba— yo te cuidaré y mamá también, ella es muy valiente y muy bonita— acercó su oído para "escuchar la respuesta de su hermana" — serás muy bonita como mamá, yo lo sé, y tú y yo podemos jugar a lo que yo jugaba con mamá y papá, podemos hacer días de campo y pintar rocas — dejó un pequeño beso en el vientre de su madre — papá te hubiera querido mucho, nunca pienses que no — su madre solo miraba a la puerta del gran armario de su hijo, fingiendo no escuchar nada.

Meses después su madre dejó caer el tazón con la cena y su ropa estaba manchada, lo más rápido que pudo el pequeño con el anochecer sobre él corrió a la casa de sus vecinos, estaba un poco lejos.

—¡Por favor ayuden a mi mamá! — llegó gritando a la casa de sus vecinos.

—Caspian — preguntó la señora regordeta y de cabello rojizo.

Caspian volvió corriendo a su casa y encontró todo un camino al piso de arriba, subió y su madre estaba llorando en su cama.

—¡Mami!

—Caspian, cariño yo la ayudo — dijo su vecina entrando a la habitación de su madre.

No sabía en que momento había llegado ella ahí, pero solo atinó en correr a su habitación, respirando muy agitadamente, entró a su armario, en donde se volvió su lugar seguro, pues en ese lugar se escondía con su padre cuando jugaban a las escondidas.

—Uno, dos, — tapó sus oídos tratando de ignorar los gritos de su madre — veinte — su respiración se comenzó a controlar — sesenta — al paso de los minutos el ambiente a su alrededor se sentía más cálido — cien.

—Niño ¿estás bien? — le preguntó una voz a sus espaldas, — ¿como te llamas?

—Edmund.

—¿Edmund? — preguntó sonriendo. — yo tengo un amigo llamado Edmund.

—¿En donde estoy?

—¿Te llamaron así por el rey? — preguntó.

—Por mi papá.

—¿Tu papá? — preguntó asombrado.

—No se en donde estoy, ¿Quien eres?

—Mi nombre es Caspian.

—Caspian — cerró sus ojos con fuerza — Caspian— alguien tocó su hombro y se giró.

—Mami — su madre estaba sonrojada.

—No te encontraba, me asustaste — dijo ella.

—¿Ya estás bien?

—Si mi amor — un llanto se escuchó asustando al pequeño.

—Ven, creo que te gustará — ella tomó la mano del pequeño y lo llevo a la habitación de su hermana o hermano, pero se encontró con la sorpresa de dos pequeños en la cuna.

—¡MAMÁ! ¡Son dos! — dijo emocionado.

—Shhh — dijo ella delicadamente— los asustarás cariño— el niño metió su mano a la cuna y acarició la cabecita de uno de los bebés — mañana hablas con ellos ¿si?

— Si mami — se agachó y los miró entre los barrotes de la cuna — los quiero.

cuatro, cinco, seis — repetía el mismo chico de ahora quince años — siete — el sonido que el cuerpo de su madre hacía cuando chocaba contra el piso lo ponía aún más nervioso, miró la mano de su madre en la que sostenía la "llave" y se la quitó, ella reaccionó al instante — mamá — suspiró y la abrasó como si nunca lo hubiera echo. — estás bien.

—Estoy bien— lo abrasó de vuelta.

—Mamá ¿qué pasó?

—Nada.

—Mamá, estabas temblando y-

—Caspian, se que no hay mentiras entre nosotros, pero hay cosas que las personas se guardan para proteger a su familia — dijo ella tomando sus hombros.

Después de un rato, ella guardo la llave en su bolsillo del pantalón.

—¿Harry?

~¿______?

~Hola cariño ¿cómo estás?

~Bien tia ~ respondió el
azabache con una sonrisa.

~Harry cariño, se que es repentino,
pero ¿no podrían quedarse los niños
contigo esta noche?

~Claro, ¿sucede algo?

~Harry, se que tú me vas a
entender, ¿recuerdas mi libro?

~Si

~Todo ahí es real y creo que algo está
pasando, si entiendo todo lo de la escuela
y Caspian y que en mi familia hubo brujas
y brujos y eso, por eso, por favor ayúdame.

~Tia ¿qué pasa? ¿Necesitas
que envíe a alguien del ministerio?

~No, no cariño, pero podrías
cuidar a mis hijos solo por esta noche.

~Claro, Sirius me a preguntado
mucho por Edmund ~ respondió
sonriendo ~ en menos de cinco
minutos estoy ahí.

~Gracias cariño...

7|08|21

𝐄𝐥 𝐯𝐢𝐚𝐣𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐥𝐛𝐚 - 𝐄𝐝𝐦𝐮𝐧𝐝 𝐏𝐞𝐯𝐞𝐧𝐬𝐢𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora