Capítulo 1

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¿Y cómo te sientes al respecto? - Una de mis palabras rutinarias.

A la hora de realizar mi trabajo, me enfoco en las expresiones y actitudes de la persona al entablar la problemática que ejerce. En este momento uno de mis pacientes es el joven George.

- Me siento... Cansado, aburrido y miserable.

Uno de los sentimientos que la mayoría hemos experimentado en la adolescencia.

- Los sentimientos que nombraste, ¿En qué personas de tu entorno pueden recaer? - Pregunto con un tono relajado.

En estos meses he logrado establecer una confianza en el adolescente, ya que al inicio era muy reservado y tímido. Ahora es más abierto a expresarse, lo cual me alegra. Estamos avanzando.

- Creo que recaen en mi madre; Ella es una persona importante en mi vida, pero al hablar del tema, Ya sabe... -asiento, ya que se a cuál tema se refiere, el cual involucra a su padre. - Ella solo me evita.

- En estos últimos meses, ¿has experimentado una emoción diferente a las anteriores?

- Si - afirma inseguro.

Solo dedico a mantener mi boca cerrada, ya que al entablar una conversación y mantenerte en silencio, la otra persona sentirá la necesidad de hablar.

- En estos días me he sentido exasperado.

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Después de terminar mi horario me dirijo a la oficina de mi jefe, ya que todos los psicólogos tenemos que asistir por otra problemática ocurrida en la sala cinco, al parecer de nuevo tendremos una charla, en los cuales uno de los temas que circulan por la empresa es el psicólogo Smith. Se han escuchado maldiciones y disparates por los extensos pasillos, en los cuales se sitúan las oficinas de todos los psicólogos.

- Señor Smith es la tercera vez que me pide un cambio de paciente - Alega el jefe de la empresa.

El encargado de manejar la compañia se encuentra cansado de volver a escuchar las quejas de Smith, al parecer él no entiende un "No" como respuesta.

- Por favor Jefe, no puedo soportar la actitud de la jovencita, es una insolente y rebelde. - Mencionó irritado.

- Señor Smith ya se lo dije, todos los psicólogos tienen sus respectivos pacientes. Ellos no pueden intercambiarlos como si fueran un objeto. - Expreso egocéntrico.

- Jefe, ¿usted sabe por qué ninguno de mis compañeros y compañeras no han dado quejas por sus pacientes?

- Aparentemente la mayoría de los presentes tienen la suficiente capacidad y vocación para realizar su labor, sin tener que involucrarse en inconvenientes. Recuerde que nosotros estamos para ayudar a las personas, así que si no puede con la señorita, usted decide, si seguir en la empresa o retirarse. - Habló con autoridad.

- Entonces... Creo que es el momento de agarrar mis cosas. - responde encaminándose a la puerta. - No permaneceré con esa joven descarada. - Añade.


salió del lugar en donde todos los presentes estábamos estáticos por la actitud que tuvo al dejar la sala de juntas.

- Algún otro problema que tenga otro miembro - Observa a cado uno de los presentes.

- Jefe, tengo una duda. - Declaró con timidez.

- Bien, prosiga.

- ¿Qué pasará con la Señorita? Smith se retiró, ¿quién se encargará de ella? - Dijo preocupado.

- Siempre tan empático señor Luis. El tema lo resolveré, no se preocupe. ¿No hay más dudas? - Analiza a cada psicólogo.  Bien, al parecer no. La junta termina, pueden retirarse.


Es lamentable que el psicólogo dejará a su paciente, como dijo el jefe estamos para ayudar, pero Smith solo eligió el camino fácil, me apena saber que será de esa joven, si no se expresó con Smith debe ser porque simplemente no le tenía confianza, o tal vez este hizo algún acontecimiento que no fue de su agrado.

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Al llegar a casa dejo mis pertenencias en el sofá, para luego dirigirme al cuarto de baño, sí que necesito una ducha, este día fue tedioso. Después de estar unos veinte minutos, salgo para encaminarme a mi habitación, me visto con mi pijama, y doy marcha a la cocina, preparo mi once, y con el control en mano busco una película.

- llamada entrante -

- Hola, Betty, ¿qué sucede?

Me dispongo a poner en pausa la animación para contestar a mi prima y amiga, Cooper.

- Hola, Cheryl, nada interesante, solo quería saber cómo estás, ¿Qué tal el trabajo? - Pregunta con buen humor el cual puedo descifrar por su tono de voz.

- Bueno, estoy bien, pero en el trabajo ocurrió una dificultad.

- No me digas que te despidieron. - Dice preocupada.

- No, tranquila, es sobre un compañero, bueno, excompañero de trabajo.

- ¿Qué le sucedió?

- Él tenía una paciente la cual no soportaba, quería tener un trueque con alguno de los psicólogos, pero el jefe le dejó en claro que los pacientes no son un objeto, lo cual apoyó totalmente.

- ¿Lo resolvieron?

-Se fue, dejó la empresa.

- Que pena por la chica.

- Lo sé. - Agrego empática.

- Bueno, espero se solucione, cualquier complicación, me avisas. Tengo que irme, mañana tendré que levantarme temprano, ya sabes trámites. Adiós te quiero.

- Adiós, también te quiero.

Luego de colgar prosigo con el film. Al terminar la historia de amor deja una enseñanza la cual me deja pensativa.

Al estar en mi cama he intentado conciliar el sueño, aquella reflexión llega a mi pensamiento "Hay amores imposibles, pero lo imposible no es el amor solo nosotros somos los que nos ponemos límites." Desde hace mucho no he estado en una relación, las relaciones amorosas que he tenido en mi vida solo han sido pasajeras, ninguna fue estable o real, ya que no correspondía al amor que la persona sentía por mí, ellos preguntaban, ¿por qué no correspondía a sus caricias? O ¿por qué soy tan fría? La realidad era que nunca estuve enamorada de ninguno. Lo intenté, pero me decidí que no debo fingir que amo cuando en verdad no es así.

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