Quiero Ser Parte De Ti

Capítulo 44

La colorina estaba arreglando el último detalle del cuadro, la hermosa pintura había sido colgada en la pared de la sala de estar. Admiro un rato más su obra de arte, sintiendo una sensación de orgullo en su interior.

- Amor, - La llamo descendiendo los escalones. - es hora de irnos.

Inicio el viaje. Ambas en el taxi observando la hermosa vista del lugar, el paisaje es espléndido, la naturaleza es demasiado relajante y tranquila. La morena le indico al taxista en donde estacionarse, y luego de unos minutos ambas se encuentran dentro de la cabaña.

La tetera gritó dando aviso a qué el té ya estaba listo para ser servido. El aroma a canela le dio un ambiente más confortable al lugar, las estrellas brillantes daban un espectáculo a la colorina, quien miraba desde la ventana el hermoso anochecer.

- Provecho. - Dejo las tazas de té y el pastel mientras tomaba asiento. - qué hermoso. - comento observando el cielo, sonriendo al instante como si fuera una pequeña.

- Sí, es muy hermosa. - Expreso Cheryl, manteniendo su vista en el perfil de Toni, teniendo un 'De javu' al estar con la morena.

La castaña giró su rostro, pillando a la pelirroja embobada, río silenciosamente y con un sonrojo adornando sus mejillas, dijo.

- Deja de mirarme, mi rostro está ardiendo.

Blossom tomo con sus palmas los tiernos mofletes de Toni, sintiendo así el calor.

- Te ves adorable cuando eres tímida.

- Cher...

- Shh... TT, eres la cosita más tierna que he visto.

Logro hacer que Toni cayera en la vergüenza, la morena sentía ganas de correr y esconderse por la confesión de Cheryl. Pero la más alta no la dejo, con delicadeza presionó las mejillas y acerco su boca a la ajena, presionó sus labios con suavidad y movió estos con lentitud. Toni siguió el beso como siempre, no sé negaría a rechazar uno de ellos, pero esta vez dejo que Cheryl tomara el control de su boca.

- Cher, el té se enfriará, - susurro.

- ¿Desde cuándo te importa el té? - Pregunto acercando nuevamente sus labios.

- Es porque es un té especial, nunca has probado el té de canela, así que lo compre para ti. - Dijo separándose un poco de la colorina.

- Bien, pero después de que termine de beberlo me dejaras darte mimos. -

- Está bien, pero bebe correctamente, no quiero que te atragantes. - Hablo viendo cómo Cheryl estaba terminando el brebaje.

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- Ya está. - Aviso tocando la cálida agua.

- ¿Estás lista? - Inquirió Toni.

- Aún no, iré a cambiarme.

- Me parece, te espero entonces.

- ¿No quieres acompañarme? - Invito con una coqueta sonrisa.

- Me encantaría, pero si lo hago no me dejarás salir de esa cama hasta mañana.

- Eres muy astuta TT. - Admitió entrando al cuarto.

Al terminar de ponerse la bata fue directo al jacuzzi en donde Toni estaría esperando por ella; sin embargo, su morena no estaba en las aguas, y tampoco al rededor.

- Toni. - Llamo.

- No alces la voz, aquí estoy. - Apareció detrás de ella.

Paso frente a la pelirroja, ignorando como la miraba. Desató el nudo de su bata y dejo caer la tela por su piel canela, entro con lentitud al jacuzzi, mojando toda su piel y dejando al seco su cabello y rostro.

- ¿No vas a entrar? - Pregunto la más baja, analizando la expresión de Cheryl. - el agua está deliciosa. - Comento pasando sus manos por su piel expuesta.

La psicóloga se preguntaba, ¿En qué momento Toni vistió ese bikini?, ¿Por qué su piel brilla al contraste de la luz de la luna?, ¿Cómo pasó de ser tierna a lucir sexi? Toni Topaz era toda una versátil.

Cheryl salió de sus pensamientos al sentir las manos de la más baja en su bata, dejo que su ex paciente quitará la molesta tela que escondía su cuerpo.

- TT...

- Shh... - beso, los labios de la mayor.

- Quiero hacerte mía de nuevo. - Confesó la colorina entre medio de sus labios.

- Hazlo. No me pidas permiso.

Cheryl envolvió su brazo izquierdo a la cintura de la morena, mientras su palma estaba en largo cabello de esta, guiando el beso, aquel beso que cada vez avanzaba hasta tocar la pasión. Toni no se quedó atrás, sus manos acarician la blanca piel, apretá y estimula ambos senos, dejando los pezones duros por causa de la excitación.

- Entremos. - Dijo Toni con un hilo de voz.

La pelirroja acomodó a la morena en su regazo, a horcajadas se encontraba encima de Blossom, ambas deleitándose por la vista, Cheryl luce tan bien ese bikini rojo, pero Toni asegura que se vería mejor sin él.

Los labios atacan el cuello de Topaz, producen un fuerte ruido al marcar a la castaña. Los rojos labios bajan hasta el brasier de Toni, acomoda su mano en la espalda y sin aviso desabrocha la tela. Los acaramelados pezones de su ex paciente la llaman, pedían a gritos ser atendidos. Paso su lengua por el primer caramelo, deleitándose al escuchar los gemidos de su amada TT, atendió el otro con su dedo anular y el pulgar, haciendo que la castaña tome su cabello rojizo y presione más su rostro a sus pechos.

- TT, estás más mojada que el agua. - Confesó con una risa nasal. Y sus manos hurgando el centro de la morena.

- Aah... quítame... ah, las bragas. - Pidió a jadeos.

Suave como el algodón y deliciosa como la canela es el cuerpo de Toni Topaz, los muslos brillantes de Toni ocultan el tesoro que hay entre ellos.

- Abre más las piernas. - Ordena Cheryl con su voz ya ronca.

Sin objetar nada realiza lo que la pelirroja ordena, fue más sencillo quitar la prenda, ya que aún estaban siendo abrazadas por el agua. Los dedos de Blossom masajean la entrada, sacando jadeos y haciendo que la respiración de Toni se corte. Metió dos de sus dedos a la caliente cavidad, haciendo que la castaña mueva sus caderas, mientras ella la embiste una y otra vez.

- Aah, ah...mmm, Cher..ah.

Melodía, una apasionada melodía escuchaba a todo volumen y lo mejor era que Toni era la que la cantaba. Las mejillas rojas, el cabello pegado a sus hombros por causa del agua y la transpiración, sus ojos opacando el brillo de la luna y esa boca entre abierta lanzando gemidos, haciendo que los sentidos de Cheryl estén en alerta. No podía apartar su vista de la morena que montaba sus dedos, ella la hacía caer en un éxtasis mortal.

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No sabían cómo terminaron durmiendo en la cama, o como llegaron después de que ambas se corrieran gritando el nombre de la otra; sin embargo, estaba claro que lo de ayer será un recuerdo inolvidable, y si no lo creen, pues pregúntenle a las marcas tatuadas en el cuerpo color canela.
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