— Es una buena noticia Cher.
Luego de retirarme del hogar del señor Topaz Betty vino a visitarme para contarme cómo fueron sus días con su madre, también le conté lo ocurrido del día.
— Lo sé, al fin podré conocer y ayudar a la joven Antoinette.
— Por supuesto que lo harás, ese hombre estará muy agradecido contigo después de que su hija termine de asistir a tu oficina. - Opina, mordiendo una manzana.
— Cierto, ¿Qué pasó en Pop‘s?
— Ya te lo dije Betty, un pandillero quiso pasarse de listo conmigo, no lo logró, así que se fue.
— Eso es un resumen, yo quiero saber cómo ocurrió todo el suceso.
— Nunca te rindes, ¿cierto?
— Por supuesto que no, esa palabra no existe en mi vocabulario.
— Bien.
Relato todo lo ocurrido en el restaurante, ella está pendiente de cada palabra y acción que sucedió en el estacionamiento.
— ¿No le pediste su número? - pregunta sin poder creerlo.
— No Betty, todo fue muy rápido, aparte ¿para qué le pediría su número de teléfono?
— ¿Para qué más? Pues para, no sé, ¿hablarle? - Asegura, como si fuera lo más obvio.
— Betty, solo fue una ayuda, ella lo hubiera hecho por cualquiera.
— ¿Cómo lo sabes?
— Porque lo vi en sus ojos.
Permanece en silencio unos segundos para luego reír a carcajadas.
— ¿Desde cuándo eres tan profunda?
— Basta, hablo en serio. - Le advierto.
— Está bien. Volviendo al tema de la cena, ¿con qué vestido irás?
— Supongo que… - Me encaminó a mi clóset a ver las distintas opciones que tengo para vestir. — ¿Qué te parece este?
— Demasiado elegante.
Devuelvo el vestido verde esmeralda.
— ¿Y este?
— Muy básico - Afirma, observando el vestido negro.
— ¿Entonces?
Cooper se encamina a mi armario para sacar el vestido azul zafiro.
— Este es perfecto para una cena - Comentó dándome el vestido.
— Bien, debo admitir que tienes buen gusto. - Opinó encaminándome al baño.
— Lo sé - sonríe.
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Al estar en aquel restaurante siento una fría brisa recorrer mi rostro y cuerpo, creo que debí haber traído mi chaqueta, aunque sea una bufanda. En un restaurante frente a la costa el viento sí que es más potente, pero no me quejo del lugar, es hermoso, no me siento incómoda. Un caballero de alta estatura me dirige al asiento en el que se encuentra el señor Topaz, al verlo lo saludo con gusto y me siento al frente de su persona.
— Me agrada su puntualidad Señorita Blossom, espero que mi hija Antoinette aprenda de usted el significado de aquella palabra.
Cierto, al llegar no presencié a la joven, se supone que debe estar aquí.
— Gracias, aunque debo admitir que usted también es una persona puntual.
Acomodando mi cabello, mientras el señor Topaz sonríe por mi comentario.
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Quiero Ser Parte De Ti
RomansaAntoinette Topaz, 24 años. A tan poca edad sufre de problemas personales, logrando tener que socorrer al psicólogo, cuya última opción le desagrada. Cheryl Blossom, 25 años. Nacida en una familia prestigiosa, pero a ella no le interesa depender de s...