Capítulo 16

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La castaña se despertó con gran susto al escuchar la puerta ser cerrada con brusquedad. Encamino su andar a la cocina, ahí estaba la pelinegra con una gran bolsa en sus manos. Está ordenando todos los licores que había comprado; dejo solo un whisky en el mostrador. La morena solo observa como la trigueña abre la botella y bebe anticipadamente, esta pasa al lado de Topaz, ignorándola, se acomoda en el sofá junto a la bebida alcohólica.

- Verónica, ¿Podemos hablar? -Pregunto tomando asiento.

- ¿De qué? - Inquirió.

- De la manera en que me comporte, no debí haber alzado mi voz.

La pelinegra escuchaba atenta las palabras de la más baja, sorprendida por el acto de su “amiga”, ya que Toni no es de las personas que reconoce sus errores. La de ojos negros se acomodó en el sofá, quedando frente al semblante de la castaña, quería analizar su expresión, saber si Antoinette no estaba fingiendo.

- Está es tu casa, y debo respetar, tanto a ti como a tu hogar, además tú aceptaste que me quedara. - Continuó. - Lamentó haberte tratado de tal manera.

El silencio se apoderó de la sala de estar por unos segundos, la mujer de cabellos negros como el azabache seguía observando el rostro de la morena.

- Te perdonó, pero solo con una condición.

Verónica la tenía alrededor de sus brazos, demostrando afecto a la ojos color chocolate.

- ¿Qué condición? - Interrogó deshaciendo el abrazó.

- Hoy es la celebración de la Bonne nuit, es el nuevo bar de mi papi, tengo dos entradas “vip”, y una acompañante es lo único que me falta.

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- Se suponía que íbamos a ver una película. - Dijo mientras barría el comedor.

- Lo sé, lo haremos luego de limpiar toda la casa. - Habló la rubia.

- Me hubieras avisado antes, y no haberme traído acá con mentiras.

- Dudó que hayas aceptado.

- Claro que aceptaría Betty, no me molesta ayudarte con la limpieza.

La joven de ojos claros limpiaba el caballo de plata, desanimada dejo el adornó en el ya limpió mueble dónde se encontraban todos los hermosos objetos.

- ¿Quieres hablar de ello? - Pregunto acercándose a su prima, notando su expresión triste al ver a su familiar.

- La extraño. - Confesó. - Desearía poder estar con ella.

La pelirroja la envolvió en sus brazos, demostrando el apoyó a través del acto.

- También la extraño. Debemos esperar el resultado. Tenemos que ser pacientes, Betty, nosotras le daremos todo el apoyó, aunque sea a la distancia. - Manifestó.

- Tienes razón. Gracias por venir. - Expresó.

- No tienes que agradecer nada, siempre estaré en los momentos que más me necesites.

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- ¿Lograron encontrar rastro de ella? - Preguntó con su seño fruncido.

- No, Señor Topaz, nadie la ha visto, hemos buscado en su departamento, en las calles, casas de sus amistades. No hay señal de la señorita Antoinette.

El hombre estaba desesperado, hace semanas no ha podido dormir por la preocupación, tiene remordimiento por sí mismo, extraña a su pequeña.

- Entonces manda a los demás a buscar a las a afueras de Riverdale, mi niña tiene que aparecer. - Enunció.

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