Sol •[Ron Weasley]•

•[Capítulo 36]•

Para el resto de los estudiantes los días pasaban como cualquiera, pero para los 4 Slytherin, especialmente para Draco y Sol pasaban sumamente rápido, sentían que las horas del día no les alcanzaban.

Ya había pasado un mes desde que volvieron a Hogwarts. Algunas noches la joven Rosier dormía con Blaise, se hacían demostraciones de afecto en público sobretodo por parte del chico, con él las cosas eran más fáciles puesto que estaban metidos en la misma basura. La chica mentiría si dijera que no disfruta aquellos encuentros con el moreno pues al final su anatomía sentía placer sin embargo se sentía culpable de no amarle de la misma manera. Aún así ella se esforzaba por él.

Sol había estado ayudando a Draco a reparar el armario sin éxito alguno. Caminaba con él hacia su dormitorio, quería mostrarle la última carta que le envió su padre en la cual decía que la muerte de Dumbledore era inminente.  Ambos chicos se habían concentrado tanto en el armario con la esperanza de que Evan pudiera encontrara alguna solución para evitar la muerte del director, que, aunque ninguno tenían algo en contra de él; era Draco o él y Sol estaba dispuesta a proteger al rubio a cualquier costo.

─¿Y si pedimos ayuda a Snape?─ preguntó la joven.

─¿Estas loca? ni siquiera sabemos de qué lado está, parece muy leal al señor tenebroso y por otra parte dices que está del lado de tu padre. 

─Papá me dijo que podemos confiar en él─ giró la perilla de su habitación.─Yo confío en él, Draco.

Al abrir la puerta ambos se quedaron callados pues ahí se encontraba el resto de sus amigos.

─¿Qué hacen despiertos a estas horas?─ les cuestionó la chica, era pasada la 1:00 de la madrugada.

─Los estábamos esperando, necesitamos planear la huida de Pansy y Helena.─contesto Blaise seco.

─Hemos intentado hablarlo antes pero ustedes siempre desaparecen.─ continuo la pelinegra.

─Pasan casi todo el día juntos ¿hay algo que deba saber? ─preguntó molesto.

─No estamos para estupideces Zabini─ le contesto el rubio.

─¿Te parece que es una estupidez? porque a mí no.─ le contesto el moreno poniéndose de pie.

Sol miró a Draco: Durante las vacaciones Bellatrix les enseño legeremancia y en las últimas semanas el rubio le ayudó a su amiga a dominarla para poder comunicarse sin ponerse en riesgo.

«No podemos contarles, los estaríamos arriesgando aún más» ─Fue el primer pensamiento de Draco.

«Tampoco podemos mentirles»

«No les mentiremos, les diremos sólo lo necesario»

«De acuerdo, mantendremos oculto lo de Dumbledore.» ─ concluyó la chica.