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Durante los días siguientes, todo se había hecho más difícil para los jóvenes. Había rondas para salir en busca de Harry Potter, y otros días los mortifagos salían a "cazar" muggles o mestizos. Sol ya no estaba sorprendida por el grado de obediencia que le tenían a Voldemort, incluso anteponiendo su lealtad a él que hacia sus propias familia «como era el caso de su madre.»
Muchos sólo tenían miedo a morir pero también había otros ambiciosos que no deseaban compartir la gloria con otros, eran matones capaces de mostrar las formas más refinadas de crueldad.
Ese día Sol, regresaba junto con sus amigos y otros mortifagos de hacer desastre en las calles de Londres. Cuando en el callejón Knortur se le acerco Antonin Dolohov quien desde hacía días intentaba acercarse a la joven.
─Hola.─ lo ignoró y seguío con su camino.─Me tiene sorprendido el tipo de mujer que haz demostrado ser.
─¿Y qué tipo de mujer soy, según tú?
─Pensé que sólo eras un rostro bonito, una niña mimada de papá y resulto ser que aparte de hermosa, eres hábil e inteligente.
─No se quien te dijo que ese ere un buen "cumplido". No esperes que te lo agradezca.
─¿Y qué tal si me agradeces por matar a Scrimgeour?─ sonrió divertido.
─¿Por qué te agradecería? Si lo hiciste fue por entrometido.
─ ¿Crees que no me di cuenta de que no querías hacerlo? Y no sólo con él, desde que estas con nosotros nunca haz matado o torturado a nadie...─se burlo Antonin. Sol se detuvo y lo miro. ─tú no eres como el resto. ─ se acerco a ella con una sonrisa ladina.
─¿Todo bien?─ preguntó Blaise llegando junto a Sol.
─Absolutamente.─ dijo sonriendo cínicamente─ Y ... de nada linda.─ concluyo guiñándole el ojo.
─¿Qué quería ese imbecil?
─Molestar.─ contestó viéndolo alejarse.
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