Sol •[Ron Weasley]•

• [Capítulo 50]•

Sol ya tenia una rutina definida, por la mañana y tarde se dedicaba a pasar con mortifagos en busca de Harry Potter, y las pistas que encontraba siempre las ocultaba pues durante las noches  buscaba al trio de oro por su parte; por supuesto para ayudarlos pero aunque suene egoísta la razón más importante era ver de nuevo al pelirrojo que tanto amaba e intentar protegerlo a cualquier costo. 

Ese día al finalizar su rondin junto a Greyback no volvió a la mansión, algo en ella le decía que tenía que continuar y siguiendo su instinto siguió su camino. Transcurridas un par de horas y media de vuelo vio en medio de un bosque una carpa. No quiso hacerse muchas ilusiones pues podría ser de cualquiera. Descendió cautelosa, bajo de su escoba y se acerco a la entrada y ahí estaba lo que tanto había anhelado; Ronald Weasley junto Hermione y Harry. Su sonrisa se ensancho ¿cómo era posible que aquel chico lograra acelerar tanto su corazón?- se preguntaba-.

Iba a entrar pero la conversación que tenían si se le podía llamar de esa forma pues parecía más una discusión llamo su atención y se detuvo.

─¿Y tú? vienes o te quedas?─ preguntó el pelirrojo molesto a Hermione.─ ya entiendo... los vi juntos el otro día.─Sol se sintió confundida ¿acaso Ron sonaba celoso de Hermione y Harry? 

La castaña se oculto detrás de un árbol y vio salir al pelirrojo furioso con sus cosas. Sol lo siguió y una vez que estaban lo bastante alejados se acerco.

─Ronald─ dijo saliendo de los arboles con una sonrisa llena de alivio.

─¿Tú?─ estaba sorprendido ─¿vienes a matarme?─ preguntó molesto.

─¿¡Qué!? no, por supuesto que no.─ contesto incrédula.

─Dime algo─ se acerco con una actitud hosca, molesto y sin ninguna muestra de afecto─¿Tuviste que ver con la entrada de los mortifagos al castillo?─

Sol se sorprendió con tal pregunta y no hubo respuesta. El chico rio seco ─¿Tú estuviste ahí cuando mataron a Dumbledore verdad? ¿Tuviste que ver en eso también?

La joven Rosier continuaba sin contestar. ¿Que esperaba? que cuando la viera de nuevo se lanzará a su brazos. -se reprochaba así misma-

─¡Contesta!

─Y-yo, lo lamento.─ fue lo único que salió de sus labios seguido por las lagrimas.

─Alejate de mí.─ dijo apuntando con su varita hacia la chica.

─Yo jamás te lastimaría...─le decía ella.

─No te creo... aléjate porque no pienso tener consideraciones con un desagradable mortifago.

─Ron si vas a lanzarme algún hechizo hazlo, porque no pienso pelear contigo.─ dijo con un nudo en la garganta, el pelirrojo se veía decidido y cuando parecía que iba a lanzar un hechizo bajo la varita y se fue.

─Ron espera.─ dijo sujetando su brazo sin embargo él se soltó bruscamente de ella y continuo con su camino.

Sol se obligo a recomponerse pronto, se limpio las lagrimas y de nuevo siguió al pelirrojo, no podía perderlo de vista. Durante la noche el chico acampo en medio del bosque y Sol se mantuvo cerca, sin nada cómodo con qué pasar la noche. Solo tenia con ella su escoba y su varita. Se recargo en un árbol, son sus manos hacia fricción para calentarse un poco, su mirada se perdió en la fogata del pelirrojo y no se dio cuenta cuando se quedo dormida.

La mañana siguiente cuando Sol despertó, se sentía entumida por el frio, se levanto con cuidado estirándose y noto que el pelirrojo ya no estaba, lo único que vio fue el humo de la fogata. Se altero y se maldijo por quedarse dormida pero noto unas huellas sobre la nieve las cuales siguió y poco a poco se desvanecieron pero había conseguido ver las suficientes para darse cuenta que volvía hacia Harry y Hermione. Apresuro el paso y después de algunas horas sintió un alivio al ver a Ron junto al de lentes. 

La castaña frunció el ceño pues Ronald estaba hincado frente a un guardapelo ¿Qué esta haciendo? -se preguntaba- 

─No sé que hay dentro pero se defenderá.─ hablo Potter─ la parte de Riddle que estaba en el diario quiso matarme.

─¿De qué esta hablando?─susurro para si misma.

─Uno.. dos.. tres.─ Harry comenzó a hablar en Parcel , el guardapelo se abrió y de el salió una neblina negra.

─He visto tu corazón y es mio─ sonaba de la neblina negra la voz de Lord Voldemort.─he visto tus sueños Ron Weasley y he visto tus miedo... El menos amado por una madre que deseaba una hija, el menos amado por la chica que... prefiere a tu amigo.

Sol comenzó a sospechar a lo que se refería Voldemort y negaba con la cabeza, paso saliva, no podía ser posible...

─Ron clava la espada─ gritaba Harry.

La neblina pronto dejo de ser negra para transformarse en humo blanco y tomando la forma de Hermione tomada de la mano con Harry. 

─Estábamos mejor sin, más felices sin ti─ decía la figura de Harry.

─¿Quién se fijaría en tí, comparado con Harry Potter? ¿qué eres tu comparado con el elegido?─ahora era la voz de Hermione.

─Ron es mentira.─ gritaba Harry.

Sol no sabía que su alma y su corazón podían romperse aún más. Ron estaba enamorado de Hermione ¿desde cuándo? ¿Acaso era una mentira el amor que le profesaba?. Sentía que le costaba respirar, la garganta seca y las lagrimas no se hicieron esperar, sintió una presión en el pecho. No espero más y se adentro al bosque sin saber muy bien hacia dónde pues su mente estaba aturdida y su corazón dolido.