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Logró llegar a la mansión Malfoy sin inconvenientes, Narcissa la llevaba al calabozo cuando se cruzaron con su madre quien al ver a su hija las miro inquisitiva.
─Yo le avise─ se apresuró a contestar Cissy. «mintió» ─Tenía derecho a saberlo.
─La pregunta es ¿por qué tu no me lo dijiste? o mejor aún ¿por qué no has hecho nada para ayudarle?─ le cuestionó a su madre, claramente molesta.
─El se lo busco Sol, en el momento que impidió que te marcara se sintió ofendido, ahora solo tiene que pensar en alguna solución para que sepa que le es leal.
─¿Cómo puedes decir eso? ¿Estas loca?
─No me hables así
─Cissy ¿puedes llevarme con él?
La señora malfoy guió a Sol por unas largas escaleras, sacó unas llaves y abrió la reja. El lugar era frío sin ningún agujero en el que entrará una pizca de luz, se escuchaba el chillido de las ratas e incluso de las gotas caer al piso formando charcos.
─Papá─dijo al instante. Verlo en aquellas condiciones le partía el corazón.
─Sol ¿qué haces aquí?
Padre e hija se unieron en un abrazo lleno de cariño y preocupación. Se mantuvieron así por algunos segundos.
─¿Cómo estás?─ preguntó el hombre.
─Al parecer mejor que tú ─ dije intentando su padre no notara su angustia o lo preocuparia aún más.
Su primogénita le contó sobre el fallido intento del collar maldito y apenas habían pasado algunos minutos desde que llegó cuando interrumpió su madre aquel momento.
─Él está aquí─ su padre la observó preocupado.
─No te preocupes, estaré bien.─le abrazó una última vez ─Te voy a sacar de aquí, te lo prometo.
Una vez arriba se encontró con el señor oscuro.
─Qué sorpresa que estés aquí─ dijo sentándose.
─Vine a ver a mi padre y si me permite quisiera hablarle ... a solas.─él sonrió cínicamente.
─Déjenos solos─ ordenó y Bellatrix la miro con molestia sin embargo obedeció las órdenes del señor oscuro y sacó al resto de la habitación.
─Mi señor, con todo respeto no hay razón para que mi padre este encerrado ahí abajo.
─Tú padre no me es leal y no dudo que en cualquier momento me traicione, mejor dime ¿qué estarías dispuesta a hacer para salvar su vida?
─Si me está preguntando es porque seguramente ya tiene algo en mente, así que mejor pidamelo─ dijo sin titubear. Pensó que se iba a molestar por la manera en que le hablo sin embargo lucía sorprendido gratamente.
─Tienes carácter, me gusta. ─ aparento pensar ─¿Marcarte?
Sol levantó la manga de su suéter dejando al descubierto su brazo y Lord Voldemort sonrió satisfecho.
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Respiro profundo, sintió sus largos y helados dedos, sus filosas uñas al contacto con su piel, la punta de su varita tocó el delicado brazo de la chica y ella comenzó a sentir pinchazos, que, después se transformaron en un leve ardor y al ir pasando los segundos este se iba intensificando, sentía que le quemaba, era como si hubiesen puesto hierro al fuego e inmediatamente después sobre ella. Hasta que terminó.
─Bienvenida a mi filas Sol.
💫
Regresó a Hogwarts la misma noche. Al día siguiente Snape le dijo que sacaron a su papá sin embargo seguía en la mira . Estaba preocupada por él, recibir la marca le salvó en esa ocasión sin embargo su vida aun estaba en riesgo. El tiempo transcurría rápido.
Era 1º de marzo por la noche, llevarían a cabo el segundo intento. Draco hizo llegar a Slughorn mediante Rosmerta una botella de hidromiel envenenada con la finalidad de que Slughorn se la diera a Dumbledore y este la bebiera.
Sol junto a Draco; ambos mordiéndose la uñas, golpeando el piso con movimientos de pie esperando saber si el director ya había bebido la botella sin embargo todo dio un giro inesperado.
─No la ha bebido aún─ dijo el rubio señalándo con la mirada. Pues el director iba caminando a prisa junto a la profesora McGonagall.
─Carajo─ susurró la joven.
─Sol─su voz sonó con miedo─ tiene la botella en la mano y esta...
─Vacía─ terminó la oración
Se pusieron en marcha y con cuidado de no ser vistos llegaron a la enfermería.
─El muchacho bebió el contenido de la botella pero yo no tenía idea de qué estaba envenenada, bien la pude haber tomado yo. No tengo nada que ver Albus─ se excuso el profesor Slughorn.
Draco se acerco un poco más para ver quién estaba en la camilla pero de inmediato se alejó con temor y miró con preocupación a la castaña.
─¿Quién es?─ preguntó pero el rubio no decía nada así que lo apartó. ─Ron...─ murmuró. Su mano tapó mi boca y nos oculto tras una columna.
─Pudo morir profesor y estoy seguro que la hidromiel no era para él.─era la voz de Harry.
─Calma Harry, encontraremos una explicación─ contestó el profesor.
─Esta vivo Sol─ murmuró Draco y la chica sintió que podía respirar de nuevo.