Sol •[Ron Weasley]•

•[Capítulo 41]•

Y ahí estaban; uno junto al otro en medio de la madrugada. Ambos chicos salieron de la fiesta hacia la torre de astronomía para estar en un lugar mucho más tranquilo.

─No te he pedido disculpas como se debe─ comenzó el pelirrojo.─ Perdón, por haber dudado de ti, por juzgarte, por mentirte, por ocultarte cosas y podría seguir diciendo una lista de todo lo imbécil que me comporte. "Fuiste demasiado brillante para mi."─ hizo una pausa y se rasco la nuca.─Nunca nadie había hecho todo lo que tú hiciste por mí y yo a cambio lo arruine.

─Te perdono.─ dijo agradecida pues aunque ella no lo sabía, eran palabras que necesita escuchar.

─Lo que dije hace un momento también es verdad... Te amo.─ tomó sus manos.─nunca había estado tan seguro de algo... te amo tanto que asusta.

─Yo también te amo Ronald Weasley.─dijo con una sonrisa genuina─ pero... nos estamos amando en el peor momento de todos.

─Rosi... no me pidas que me aleje, porque no quiero.

─Yo sé que el ambiente para ambos es el mismo pero la realidad es que tenemos diferentes opciones.

─Puedes unirte a nosotros, confío en que podemos ganar.

─No puedo... mi padre está en sus manos.─el joven tomó delicadamente el rostro de Sol y junto sus frentes cerrando los ojos al contacto.─Es cuestión de tiempo.

─Déjame estar ese tiempo a tu lado «amor».

💫

Sol esperaba a Draco en la sala de menesteres, habían quedado para continuar con la reparación del armario sin embargo el rubio tenía casi casi 10 minutos de retraso y aunque suene exagerado le preocupo pues su amigo era la persona más puntual que conocía. Sin pensarlo mucho salió a buscarlo.

Iba caminando en uno de los pasillos cuando llamó la atención de la chica la cantidad de agua que salía por debajo de la puerta de los baños. Abrió la puerta; sus pies se mojaron, los nervios comenzaban a invadirla sin embargo no se detuvo y continuó caminando lentamente hasta que lo vio; tendido en el mojado piso, bañado en sangre y sollozando débilmente.

─No! no! no! no!─ se dijo así misma desesperada e inmediatamente corrió hacia el rubio, hincándose. Temblando levantó la cabeza y el torso del chico abrazándolo hacia su pecho.

 ─Y-yo no sabía...─Sonó una voz llena de miedo.

Cuando Sol levantó la vista, sus ojos se encontraron con Harry parado en una esquina. La joven lo miró llena de rabia, si no fuera porque Draco estaba desangrándose, la chica ya le hubiera lanzado un crucio. 

─¡Ayuda!─ pidió llena de miedo. Harry salió nervioso mirando la escena asustado.─Tranquilo cariño, estarás bien.─ dijo acariciando el rostro del rubio mientras que con la otra mano intentaba detener el sangrado.─¡AYUDA!─Volvió a gritar. Y como si Merlín hubiera escuchado sus súplicas; llegó Snape.

─Haga algo profesor─ suplico. Él profesor pronunció algun hechizo y logró detener el sangrado.

─Perdió mucha sangre, debemos llevarlo a enfermería.

─Podrían ver la marca.─ dijo preocupada.

─Lo llevaré a su habitación, tú ve por una poción para heridas; es un frasco morado, también trae una poción calmante y prepara una solución fortificante.

Ella también estaba mojada, su camisa blanca estaba manchada de sangre al igual que sus manos. Corría con premura hacia la oficina del profesor sin importarle si alguien la veía.

─¡Sol!─gritó  Blaise llegando hasta su lado.─ ¿Estás bien? ¿qué ocurrió? ─ preguntaba mientras buscaba alguna herida desesperado.

─Es Draco.─respondió limpiándose el rastros de las lágrimas, causando mancharse la cara de los restos de sangre que llevaba en las manos.

─¿Qué ocurrió?

─Necesito que me ayudes a preparar una solución fortificante mientras consigo gasas y otras pociones.─ Sin más se ocuparon en ello. 

─Maldición─ susurro el moreno─ aquí ya no hay asfódelo y el invernadero está cerrado.

─Neville me dijo que el árbol vitalizante tiene funciones parecidas, tal vez podemos reemplazarlo por algunas hojas.

Los chicos fueron por el ingrediente faltante y volvieron adentrarse en el castillo. Ya tenían las posiciones completas así que sólo hacía falta llevarlas. La hora de la cena había terminado por lo que no debería haber nadie por los pasillos sin embargo en uno de los pasillos se encontraba el trío de oro.

─Blaise llevaselo a Snape, en un momento te alcanzo.─ el moreno siguió la mirada de Sol para darse cuenta que tenían que ver por la actitud que había adoptado la castaña y tenso la mandíbula. Quería ir con ella y no dejarla sola con los leones «sobretodo con el pelirrojo, quien cada vez le irritaba más.» sin embargo sabía que necesitaban los antídotos pronto así que obedeció.

Los Gryffindor no la habían visto. Al llegar a su lado Sol le soltó una bofetada al de lentes sorprendiendo al resto.

─¡Por Merlín! ─ habló Hermione. 

─Sol.─ dijo el pelirrojo tocando su rostro preocupado. 

─Te juro Potter que si le sucede algo─ ignoro al chico.─ Por Salazar, no sé de que sería capaz así que ruega porque este bien.─ Él azabache no dijo nada.

─Vamos a limpiarte.─ dijo el pelirrojo.

─Puede esperar para después, tengo que irme.

💫

─¿Cómo está?─ preguntó entrando a la habitación.

─ La poción para heridas es un poderoso antiséptico para evitar alguna infección, la calmante ayudará con el dolor y la solución fortificante ayudará a una pronta recuperación, pero eso ya lo sabes... así que tranquila, estará bien.─ la joven soltó aire.─ Ahora dime ¿qué ocurrió?

─Potter, él estaba ahí, no sé qué tipo de hechizo utilizó.─ el profesor pareció pensar.

─A tú habitación.─ ordenó sereno.

─Profesor... si me permite me gustaría quedarme a cuidarlo, se que aqui esta Blaise pero... quiero estar aquí.

─Bien.

─Gracias.

Salió de la habitación. Blaise se acercó a la chica y la abrazo. Sol se dio un baño rápido y cuando salió Blaise ya le había traído ropa de su habitación y aprovecho para avisar a Pansy. Los 3 amigos se quedaron velando el sueño y el descanso del rubio. Blaise cedió su cama a las chicas mientras que él durmió en el sofa.