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¿En qué momento llegamos a esto? -se preguntaba la joven-. Caminaban a toda prisa por los pasillos de Hogwarts, su cuerpo era helado junto algunas gotas de sudor. ¿Y si realmente pudo ayudarnos?¿Por qué no hizo nada si estaba al tanto de nuestros intentos por matarle? ¿Por qué parecía que ni siquiera intentó defenderse? -venían a su mente preguntas. Su mente estaba hecha un caos, caminaba por instinto.
Tras de ella caminaba Bellatrix como una loca, destruyendo todo a su paso. Sol sentía una incomodidad en el pecho al ver como el gran comedor donde el sombrero seleccionador la colocó en Slytherin, dónde pasó tanto tiempo con sus amigos, donde se dedicaba miradas con el pelirrojo, dónde sostuvo sonrisas con Hermione, era destruído. Se adentraron al bosque y al pasar por la cabaña de Hagrid, Bellatrix ocasionó un incendio causando un salto de sorpresa de la joven, no sabía sí estaba vacía pero estaba dispuesta a entrar por Hagrid ó Fang cuando se escuchó la voz de Harry llegando tras ellos. Draco leyó sus pensamientos y aprovechó la distracción de la llegada de Harry pues discretamente se aseguro de que no hubiese nadie dentro y haciendo sentir más tranquila a la castaña.
─Él confiaba en usted─le gritó para después lanzarle un hechizo que Snape esquivo con facilidad.
Bellatrix lo derribó con un hechizo e iba a lanzar otro pero Sol la tomó por la muñeca y nego.
─Le pertenece al señor tenebroso.─fue lo primero que dijó para evitar que le hiciera más daño. Bellatrix la miro con enojo, se soltó bruscamente del agarre de la joven y comenzó a caminar.
Tras de ella Draco, Snape y Sol, sin embargo Harry se había levantado, gritando un hechizo conocido para el profesor y para el rubio.
─Sectumsempra─pronunció Harry con toda la intención de asesinar a Snape pero nuevamente este fue más rápido; arrojándolo al suelo.
─¿Te atreves a usar mis propios hechizos contra mí Potter? ...Sí, yo soy el príncipe mestizo.─Sol lo miró con el ceño fruncido claramente confundida.
Snape la miró brevemente pero de nuevo se dirigió a Harry específicamente a su varita; con el pie la empujo lejos de él. Tomó por el brazo a la castaña y dijo: ─Vámonos.
Subieron a sus respectivas escobas. Desapareciendo por primera vez como una mortifaga.
💫
La habitación se sentía fría. Sol no estaba segura si era por el clima o por que toda la mansión estaba llena de mortifagos con ganas de matar. Ahora llevaba viviendo en la mansión Malfoy dos semanas desde el asesinato del director. Tuvieron que huir no sólo de Hogwarts sino también de sus hogares.
Tocaron la puerta de la habitación y sin esperar a que contestara la chica, entraron.