Nueva vida.

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El humo del cigarro fue expulsado por los labios de un pelirrojo, y justo después, con sus largos dedos tiro la ceniza al suelo.

-Están tardando mucho... - susurró Tae, jugando con sus dedos temblorosos, era una característica suya cuando estaba nervioso.

-Fue una impactante he inesperada noticia, el jefe debe estar super molesto, gritar le hará bien, déjalo que se desahogue. - explico Namjoon, quien conocía a Jimin de muchos más años que Taehyung.

-De acuerdo. - asintió el menor, un poco más calmado que antes.

Después de la noticia, Jimin no hizo más qué enviar a todos afuera de la casa, alegando que tenía cosas de las que hablar con su madre.

Jimin era de palabras cortas y no era propio de él tardarse tanto hablando con alguien, era muy directo y nunca jamás nadie le negó la razón en nada. Los minutos se acumulaban y Taehyung temía que la pelea fuera bastante sería.

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~Dentro de la residencia Park~

Jimin se masajeó el puente de la nariz con frustración, su madre se encontraba parada frente a él en silenció.

El chico había roto la vitrina en la que se encontraba la vajilla lanzando uno de los platos de la mesa contra el mueble. Cosa que nunca antes había hecho, suponía su madre que esa era una señal de que se había excedido retando a su hijo.

-¿Cuando? - pregunto Jimin de repente, asustando a su madre.

-¿Cómo?... - se mostró nerviosa la señora.

-¿Cuando lo conociste? - suspiró Jimin, arrodillándose para recoger el desastre que había hecho por impulso.

-He... Hace dos meses... - respondió la rubia.

El chico se sobresaltó, y sosteniendo el peligroso vidrio roto entre sus manos, medito un poco.

Ahora todo tenía sentido... Claro... El bolso nuevo, su repentina obsesión por verse bien hasta dentro de la casa constantemente, y... Las innumerables veces en las que salió por las noches a cenar con “la tía Jun”.

¿Cómo pudo no notarlo?

-...¿Por qué no me lo dijiste antes? - pregunto el rubio a la vez que terminaba por recoger el vidrio una vez que salió de su trance.

-No sabía cómo reaccionarias... Yo~yo se que no a pasado mucho desde que tú padre se fué, pero... - intento explicarse la madre, pero Jimin le interrumpió.

-Tres años, madre... Solo han pasado tres años. - reveló Jimin, levantándose del piso y encarando a su madre de nueva cuenta.

-... Lo sé, pero él... Él en verdad me a hecho feliz en estos últimos meses, no~no trato de decir que me hizo olvidar a tu padre, para nada. Tu padre siempre será tu padre para mí, y no estoy tratando de reemplazarlo, es solo que... Solo te pido que me des otra oportunidad para conocer el amor de nuevo, Jimin, hijo. - pidió la señora, acercándose silenciosamente hacia su hijo y tomándolo de las manos.

Jimin no cambio su expresión, seguía molesto y con el ceño fruncido. Aunque su madre tenía todo el derecho de volver a amar, ¿No era muy pronto?...

¿O era solo él el que aún seguía de luto y lo extrañaba muchísimo?

Solo habían pasado tres años desde que su padre fue asesinado por una horrible pandilla que le cobraba por seguridad y no pudo pagar. La muerte de su padre le había animado a buscar venganza y ahora se encontraba dónde estaba.

Querido hermano Park Jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora