Querido hermano Park Jimin.

Antes de Sangre Azul (10)

Advertencia: lenguaje inapropiado, contenido gráfico y violento, además de temas serios que pueden tocar la sensibilidad del lector.

~Hace 3 años~

~Narra Jimin~

Aunque al principio me rehusaba a cargar sobre mis hombros con un peso tan grande como lo es ser líder de toda una pandilla, conforme pasaban los días me di cuenta que nada me hacía más feliz que ver a la gente de Goldenleonar salir de la miseria en la que nos había puesto Puerto De Lobos.

Además de eso, decidí que la mejor forma de reunir dinero para Cuervo Negro era el narcotráfico. De esa forma ganaríamos suficiente dinero para sobrevivir.

Y un par de favores monetarios sin costo a familias pobres de Goldenleonar bastaron para que los hijos he hijas mayores de casi todas las familias quisieran unirse a mi. En pocas semanas tenía todo un ejercicio de chicos a mi disposición.

-Jefe, ¿Está listo? ¿Se siente nervioso? - me preguntó Namjoon mientras arreglaba la corbata en mi cuello.

-Ya te dije que no me llames así, es raro. - fruncí el ceño con desagrado.

-¡¡Jefe!! - entraron varios chicos a la habitación, sollozando y con los ojos hinchados. Me abrazaron entre los tres.

-¡No puedo creer que ya va a ser oficina! - chilló uno de esos chicos.

-¡B~bueno pero, háganse a un lado! - les pedí, empujándolos delicadamente lejos de mi. - Ustedes parecen más emocionados que yo, jaja.

-¡Es que estamos muy felices por usted!

-¡Si! ¡Por fin será oficial que usted es el líder del distrito Goldenleonar! - se regodeo en su felicidad uno de ellos.

Sonreí, Cuervo Negro había enviado a un mensajero para invitarme a mi ceremonia de oficialización. Ellos mismos nos habían trasladado desde nuestro distrito a uno de los distritos más elegantes y lindo de todos, tengo entendido que es territorio de nadie.

-Jovencito Park, la ceremonia está por comenzar. - apareció una mujer de elegante traje.

Asentí y suspiré para tratar de relajarme. Namjoon colocó una mano sobre mi hombro.

-Mucha suerte. - me deseó antes de salir de la habitación.

No voy a mentir, me tomó varios segundos largos para que por fin pudiera salir de esa pequeña habitación. Cuando por fin abrí esa puerta, me recibieron pandillas de todo Corea, hombres de aspecto intimidante, de elegantes trajes, de cicatrices enormes y tatuajes llamativos. Me aplaudían a mí.

-Hola, soy Homing Cheol, dueño de Cuervo Negro... - se presentó un hombre de cabello negro y ojos más oscuros que la noche.

Así que este es mi nuevo jefe. Pensé mientras lo estrechaba de la mano. Parece agradable, pero no debo perder de vista el hecho de que, por algo es dueño de una pandilla de gangsters.

-Escuchamos de ti, hijo. ¿Tu eres el que lideró el motín en contra de Go? - se inclinó hacia mi un hombre de varias cicatrices. Debo suponer que "Go" es el viejo dueño del distrito.