Mi confesión de amor antes de morir.

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~Advertencia: sangre y violencia gráfica.~

~Advertencia ×2: vas a llorar~

~En la celda de Cruz Roja~

~Narrador omnipresente~

-Después de ese evento, la madre de Homing me invitó a tomar té en su casa como agradecimiento. Y gracias a mi conexión con ella, me acerqué más a su hijo y a otras pandillas. - explicó el rubio, dibujando en el suelo figuras abstractas con sus dedos, sumido en sus recuerdos.

Jungkook lo escuchó atentamente, no lo interrumpió ni una sola vez durante todo su relato, prestaba atención a cada palabra.

-Pronto no solo los hijos mayores de todas las casas buscaban ser parte de Sangre Azul, sino que también me buscaban los chicos sin hogar. En un año nos convertimos en familia. - prosiguió Jimin. - Fue cuando me di cuenta que esos chicos me veían como un padre, que decidí que daría lo mejor de mi como líder, para honrar la memoria del mío.

Y así fue como termino el largo paseo al ayer que había experimentado el rubio, Jungkook tenía mucho que procesar, pero había una cosa que no le quedaba claro.

-¿Así que tuviste algo con Namjoon? - preguntó, levantando la cabeza del barrote de la celda para escuchar mejor la respuesta que Jimin tenía para él. No era la única información que le importaba, solo era la que más le hacía ruido en la cabeza.

Una pequeña carcajada salió de los labios de Jimin, esta fue desganada y tenue, estaba cansado por haber dado tantos detalles antes.

-¡No, no! ¡Para nada! De echo, esa fue la única vez que mencionamos el tema. - respondió entre risas, incluso sus hombros se sacudieron debido a la risa que la causaba la ridícula idea de haber estado enredado con el pelirrojo.

Jungkook suspiró aliviado, volviendo a recargar la cabeza en aquel barrote de hierro, mostrando que la respuesta lo había satisfecho.

-¿Y que pasó con Puerto De Lobos? - preguntó ingenuo el castaño, tan solo preguntando por curiosidad.

-¿Alguna vez escuchaste hablar de ellos? - respondió con una pregunta el ojiazul.

-No...

-Exacto. - sonrió Jimin.

Después se esa respuesta, a Jungkook le quedó más que claro que aquella pandilla ya no existía actualmente.

Jungkook había obtenido respuestas a muchas preguntas que antes no le dejaban dormir; a través de aquella historia podía entender un poco más el porque Jimin se aferraba tanto a su relación con su madre, aunque está no parecía dar de su parte para mejorar la relación madre he hijo, pudo conocer mejor al padre del rubio, tenía más claramente todo lo que Sangre Azul significaba no solo para Jimin, sino también para todo el distrito de Goldenleonar, conoció el sufrimiento y las tragedias que caminaban a la sombra de un bondadoso y honesto líder.

No pudo evitar sonreír y que un pequeño sonrojo tiñera sus mejillas, desbordaba felicidad al saber que había conocido más acerca del pasado de Jimin. Era algo que siempre había querido saber, pero no tenía el coraje para pedirlo.

Querido hermano Park Jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora