No soy tu hijo.

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~Advertencia de contenido explícito, alusión a la muerte y escenas fuertes~

Jimin en realidad no quería lastimar a ese hombre, sobre todo porque su madre estaba presente. Pero si tenía que hacerlo, entonces lo haría.

El rubio se aferró a las muñecas del señor Jeon, dispuesto a tomar valor para darle un golpe en la frente con la suya propia; sin embargo, no fue necesario, ya que Jungkook pateó la pierna de su padre, haciendo que este perdiera el equilibrio. Al haberlo soltado, Jimin cayó sobre la cama y rápidamente se bajó del mueble, consiguiendo caminar hasta su madre.

-¿Te encuentras bien? - le preguntó la mujer a su hijo, palpando el cuello de la pijama de Jimin.

-Estoy bien, me tomó por la ropa, es todo. - le tranquilizó Jimin.

-¡Maldito ingrato, ¿Te atreves a golpear a tu padre?! - encaró el hombre a su hijo en cuánto logró levantarse del suelo.

-Oiga, anciano. - le llamó Jimin a sus espaldas. - Le recomiendo que no dé un paso más, o en esta habitación va a correr sangre, y le aseguro una cosa: no va a ser mi sangre.

El hombre observó por encima de su hombro al rubio, solo para ver por casualidad como el personal de la casa, mucamas y mayordomos, se asomaban por la puerta. No era buena idea hacer un escándalo de este tipo frente a tantas personas, así que optó por irse, no sin antes observar a su hijo y amenazarlo.

-Esta conversación no a terminado, espero verte a ti y a ese bandalo en mi oficina antes de las 6 pm. - le indicó el hombre, para darse media vuelta y cruzar el umbral de la puerta, asustando a las mucamas. - Hana, ¿Que haces ahí parada? Vámonos.

La rubia estaba por seguir a su marido, sin embargo, Jimin se lo impidió, tomándola de la muñeca.

-Ella no va a ir a ningún lado. - puntualizó Jimin, manteniéndose firme.

Pero su madre rápidamente le indicó que no, delicadamente se apartó de su agarré y negó con la cabeza.

-Pero, madre... - insistió Jimin, viendo como ella se alejaba.

-Estaré bien. Tu tranquilo. - le aseguró la mujer en susurros, caminando en dirección al señor Jeon.

Los segundos en los que su madre se alejaba de él para acompañar al señor Jeon a su lado fueron los segundos en los que más ansiedad sintió Jimin en su vida. No deseaba perderla de vista, sobre todo no quería dejarla sola con un hombre tan inestable como el padre de Jungkook.

Una vez que Hana se posó al lado de él, ambos adultos se fueron, dejando a los chicos solos.

-... ¿Estás bien? - preguntó Jimin a Jungkook, quien se había quedado estático en el rincón en el que su padre lo había acorralado.

El no obtener respuesta fue una respuesta clara para Jimin, estaba claro que el castaño estaba en shock por lo que acababa de hacerle a su padre. Para alguien que fue criado con la estúpida idea de que la autoridad debía respetarse sin preguntar, hacer algo en contra de su padre podía ser algo que procesar.

Jimin se acercó a Jungkook y lo tomó de las mejillas, acariciándolo.

-Estas bien, no hiciste nada malo. - le tranquilizó Jimin. - Le salvaste la vida, de echo. Si no me soltaba, yo iba a dejarlo sin manos.

Una pequeña carcajada sin gracias salió de los labios de Jungkook. Sus ojos se encontraban perdidos, sus brazos temblaban, estaba visiblemente asustado.

Querido hermano Park Jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora