Te odio.

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Fue inevitable, el castaño comenzó a llorar, no desconsoladamente ni se arrodilló en el piso haciendo un drama, solo recargó una mano contra el pilar que se encontraba a su lado y se frotó los ojos para evitar las lágrimas.

Heasol miró hacia todas direcciones, esperando que nadie presenciara aquella mediocre escena. Además de asegurarse de que no haya testigos para lo que estaba a punto de hacer.

-... Ya, ya... - le palmeo la espalda, en un intento fallido por consolarlo.

En medio de ese pasillo solo se escuchaban los sollozos de Jungkook, pero eso cambió cuando aparecieron gritos y se escuchó un alboroto cerca.

Ambos chicos se extrañaron, dejaron de prestar atención al tema inicial para buscar la fuente de aquel escándalo.

La puerta principal fue azotada con fuerza, de ella aparecieron dos chicos que lucian molestos.

-¡No puedes ignorarme de esta forma, Kim Namjoon! - se mostró indignado y sumamente enojado el de suéter rosa.

El de hoyuelos siguió su camino, ignorandolo. Por su parte, Seokjin lo siguió de cerca.

Los guardias de la puerta principal aparecieron solo para cerrar la puerta, parecían desesperados a no tener que involucrarse en aquella discusión.

Jungkook observo disimuladamente a Heasol, una mirada de dos segundos bastó para que ambos se pusieran de acuerdo en algo: siguieron de cerca a los dos chicos a la distancia.

-¡No puedes solo llamarme a un bar, borracho, besarme, decirme que aún me amas y al día siguiente solo ignorarme! - gritó Seokjin.

Heasol no pudo evitar exhalar de la sorpresa, a lo que Jungkook lo chitó rápidamente para no ser descubiertos.

-¡Namjoon, al menos mírame cuando te hablo! - le exigió, postrandose frente a su ex novio cada que esté le evitaba la mirada.

-Tu y yo no tenemos nada de que hablar. - dijo finalmente el moreno. - Eso fue un error que no volverá a ocurrir.

Los ojos de Heasol y Jungkook se clavaron de inmediato en Seokjin, viendo perfectamente como aquellas palabras lo shockearon, quedó mudo.

El cuerpo de Seokjin tembló de la ira, apretó sus manos en puños y caminó hacia la puerta por la que había entrado.

-¡Sigues siendo un imbécil! ¡No sé porque creí que habías cambiado, fui un completo idiota! - gritó mientras se iba. - ¡Te odio! ¡Te odio, te odio, te odio!

Y la puerta se cerró de un portazo.

Los ojos curiosos que veían la escena observaron a Namjoon, quien estaba dándoles la espalda, pero aún así pudieron ver cómo su espalda temblaba debido a la tristeza.

Namjoon usó el dorso de su mano para limpiarse las lágrimas.

-Lo siento... - susurró Namjoon.

-Pobrecito... - se lamentó Heasol, para después salir de su escondite y dar media vuelta. - Bueno, fue entretenido. ¿Ves que hay personas pasándola peor que tú, Jungkook?

Al no obtener respuesta, se dió media vuelta para poder verlo.

-¿Jungkook? - el castaño no se encontraba, lo buscó por los alrededores y se alarmó al ver que el castaño se aproximaba al hombre que lloraba. - ¡Puto imbécil, ese es el mano derecha del jefe!

A Jungkook parecía importarle poco y nada quien fuera ese tipo, había simpatizado con él y solo quería ayudar. Se acercó lentamente a él y, con cautela, intentó tocarle.

Querido hermano Park Jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora