Hermanastro.

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La mano de Jungkook seguía alzada, esperando el saludo del rubio, sin embargo, está fue manoteada y alejada del chico.

-Si, escucha, no me interesa esa mierda de "hacerlo menos incómodo" saludándote. Solo he venido para no hacer sentir mal a mi madre. - explicó el rubio, sacando de su bolsillo un cigarro y un encendedor. Solo fumaba cuando estaba estresado, y este día si que lo estaba.

Pero antes de que pudiera encenderlo, Jungkook le arrebató el encendedor.

-¿¡Que crees que haces!? Devuelvemelo en este instante. - demandó el más bajito, estirandose para arrebatarle lo que era suyo, pero el contrario solo le bastó con alzar el brazo hacia arriba para que no pudiera añcanzarlo.

-A padre no le gusta la gente que fuma. - explico Jungkook mientras se carcajeaba por los saltos que su bajito hermanastro daba para tomar su encendedor.

-Me importa un carajo si a tu padre no le gusta lo que yo hago, no es mi padre. - Jimin tomo el brazo del más grande, confundiendo a Jungkook.

Y sin pensarlo dos veces, cruzó su pierna con la del pelinegro, haciéndolo tropezar sobre la espalda del rubio y esté con todas sus fuerzas lo lanzó directamente al suelo.

Jungkook cayó de espaldas a los pies de más bajito, el dolor fue tan agudo he inesperado que no supo cuando ni como fue que llegó ahí.

Jimin le arrebató el encendedor, encendió su cigarrillo y le dió una profunda calada. Para después dejar caer la ceniza en el traje blanco del que yacía a sus pies.

Y como si la mancha de ceniza en su traje blanco no fuera suficiente, Jimin pisoteo la mancha, asegurándose de que fuera permanente.

El pandillero se inclinó, y con la atenta mirada de Jungkook sobre él, se permitió depositar el humo de su boca sobre el rostro del pelinegro.

-Y tu no eres mi hermano. ¿Quedó claro? - puntualizo el rubio, después se irgio y sacudió su ropa.

-¡Jimin, tu madre dice que vengas ahora! - grito Yoongi desde dentro de la casa.

-¡Ya voy! - anuncio el líder. Observo al chico de traje blanco, quien a duras penas apenas se había puesto de rodillas.

Jimin sonrió y coloco libremente su zapato en la cabeza del rizado, haciendo que colocará su frente en el pasto, colocandolo en una posición bastante vergonzosa.

-Tu y yo no somos iguales. No me hables como si me conocieras, y si dices por ahí que eres mi hermanastro, para la próxima no seré tan gentil. - saco su zapato de la cabeza y se marchó, no sin antes apagar el cigarro y pisarlo en el suelo antes de entrar a la casa.

Jungkook estaba tan conmocionado que ni siquiera pudo moverse un solo centímetro. Se quedó en el suelo, con la frente en el pasto.

Sabía que debía sentirse humillado, rebajado y hasta insultado, nunca nadie lo había tratado de esa forma, mucho menos se habían atrevido a derribarlo.

Debía sentirse enojado con ese enano que se creía la gran cosa... ¿Entonces por qué... ?

¿Por qué se sentía emocionado?

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Yoongi palmeo el hombro de su primo en cuanto lo vió entrar.

-¿Está todo bien? Hueles a cigarro... - noto el pelimenta en cuanto Jimin se le acercó lo suficiente.

-Si, solo tuve un problema con una plaga. - sonrió el líder para quitarle importancia.

Querido hermano Park Jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora