Querido hermano Park Jimin.

El principio del fin.

Un enorme vehículo se habría paso a toda velocidad entre las estrechas calles de un vecindario pobre y derrumbado.

Una cabellera rubia les esperaba en la puerta de una de las casas más "decentes", el chico mordía una paleta como símbolo de desesperación.

-Tranquilo, jefe. Deben estar por llegar. - dedujo uno de los chicos que aguardaban junto al rubio.

-Si no llegan ahora con mi mercancía perderemos muchos clientes en el muelle norte. No puedo permitirme esa estupidez, si no llegan ahora les voy a... - entonces le interrumpió la futura amenaza violenta un camión de carga que freno justo delante de la casa.

Por las puertas de la caja del vibrante camión salieron cinco hombres con cajas misteriosas en sus brazos, quienes de inmediato se dirigieron dentro de la casa.

-Lamentamos la tardanza, jefe. Tuvimos un pequeño... Percance. - se disculpo el conductor.

Jimin termino por morder el último pedazo de paleta de forma amenazante, a lo que el conductor de cabellos rojos tembló de miedo.

Park Jimin, 25 años de edad, jefe de pandilla.

-¡Rápido, quiero todas las cajas dentro de la casa, imbéciles! ¡Rápido, rápido! No tenemos mucho tiempo. - exigió un chico de cabellos rojos y hoyuelos.

Kim Namjoon, 26 años, mano derecha del líder Park.

De inmediato todos los chicos que aguardaban junto a Jimin comenzaron a llenarse los brazos con cajas y a meterlas dentro de la casa.

Los segundos pasaron y en un abrir y cerrar de ojos el camión estaba casi vacío, a lo que el conductor encendió el motor, dispuesto a irse.

Un chico sin camiseta era el dueño de la última caja, su espalda desnuda mostraba una víbora de enormes colmillos a tinta azul, símbolo característico de ser parte de la pandilla. El chico estaba por entrar a la casa, cuando el característico caminar a tacones lo detuvo.

Una mujer de aspecto joven y fuerte labial rojo se hacía paso entre los chicos.

-Jimin, hijo, ¿Que hacen tus amigos aquí? - pregunto la señora de mal disimuladas canas.

-Madre. - saludo Jimin, dándole la orden al conductor del vehículo de retirarse, lo cual hizo enseguida. - ¿Que haces aquí? Pensé que llegarías del salón más tarde.

La madre abrazo a su hijo cariñosamente y este a ella.

-Queria ir a ver a tu tía Jun ahora, pero ella hace mucho no te ve a ti, así que pensé que sería bueno que me acompañaras a su boutique. - explico la señora, apretando una de las mejillas de su hijo.

-Ire. Pero antes déjame ir al muelle norte por algo de dinero, es una importante transacción. - pidió el rubio de ojos intensamente azules.

-¿Cuál es la mercancía está vez? - pregunto la madre, abriendo una de las cajas que sostenía el chico sin camiseta que intentaba rodear a la entaconada en dirección a la casa.

Al abrir la caja la mujer pudo ver bolsas de plástico con polvo blanco dentro de ellas, sorprendiendola.

-Mamá, yo... Puedo explicarte... - pidió Jimin, ansioso por la reacción de su progenitora.

-Esto es... ¿Cocina? Dijiste que dejarías de transportarla... Me lo prometiste. - se mostró traicionada la señora.

-Lo se... Pero el cliente paga muy bien por ella, mamá... - se disculpo Jimin.