Cómo una mascota.

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-¡Rápido, muevan todo, carajo! ¡Necesitamos transportar esto a la costa de inmediato! - gritó Namjoon, movilizando a los chicos.

4:02 AM y el pelirrojo no daba tregua. Todos estaban despeinados y aún con lagañas en los ojos, levantando pesadas cajas de heroína y cargandolas a los trailers.

-A este paso me voy a provocar una hernia... - se quejó un chico mientras intentaba levantar una caja él solo, inclinando la espalda y con las piernas temblando.

-¡¡Es para hoy!! - reprendió Namjoon, asustando al chico, quien debido al susto soltó la caja y está cayó sobre sus pies.

-¡Ay, mi patita! - lloriqueo el chico. De inmediato llegaron más chicos a ayudarlo.

-¡Kim Namjoon! - retumbó la voz de la víbora dorada, todos detuvieron sus quehaceres al escucharle.

El rubio jugó con su pelo mientras los chicos le abrían paso rápidamente, inclinando sus cabezas para mostrar respeto. Detrás del más bajito venía el castaño, quien había convencido al ojiazul sobre la idea de acompañarlo con una excelente mamada mañanera.

-Dime que no... - rogó Namjoon al ver a Jungkook.

-Asi es. - Jimin jaló de la camiseta a Jungkook y se lo arrojó a su mano derecha. - Hoy haces de niñera.

El pelirrojo hizo un gesto de desagrado, pero no tenía opción, así que asintió sin poder negarse.

Jimin se dió media vuelta para poder dirigirse hacia sus chicos.

-¡Escuchenme todos, el Clan De Pungsang quiere el lote a más tardar a las seis en punto! ¡Hagan su mayor esfuerzo! - los alentó, a lo que los chicos aplaudieron y celebraron las palabras de su líder.

Y como por arte de magia, aquellos cansados jóvenes se convirtieron en máquinas que no paraban de cargar mercancía; era como si las palabras de Jimin realmente los hubiera revitalizado.

-No se cómo lo haces, pero enséñame. - le pidió Namjoon a su líder.

-Se me da bien manipular a los jóvenes~ - respondió Jimin a Namjoon, aunque no miraba al pelirrojo directamente, si no que guiñaba su ojo en dirección a Jungkook.

El castaño se sonrojó inmediatamente, poniéndose tímido.

Por otro lado, Namjoon rodó los ojos con disgusto.

-Consiganse un cuarto o algo... - gruñó el pelirrojo, yéndose a asesorar a los chicos o lo que sea, todo con tal de no ver al par de conejos en celo.

Jimin solo se carcajeó mientras Jungkook quería morirse de vergüenza.

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-Esto es ridículo, ¿Por cuánto tiempo más vamos a esperar, mamá? - se quejó una chica de aproximadamente 15 años.

-Ying, querida, debes aprender que la paciencia es una virtud. - aconsejó una mujer de larga cabellera roja. Aunque no lucía muy paciente, observaba en todas direcciones, esperando que llegarán ya, se le veía algo desesperada.

Paigan Kkoch, líder actual del Clan De Pungsang, tiene fama de ser adicta, aunque su aspecto no la delata mucho. Para tener 43, es una de las pocas mujeres que sedujo a la mayoría de líderes, tanto femeninas como masculinos.

La mujer y su gente esperaban en un barco de carga japonés a orillas del puerto, habían llegado hora y media antes y eran consientes de ello, entonces no habría reprimenda alguna para Sangre Azul.

Querido hermano Park Jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora