“Gulia Kim, cantante y actriz de 25 años, ganadora del premio “mejor rostro femenino del año” tres veces consecutivas; es hija de una de las ocho familias más ricas de Corea, siendo emprendedora de su propia marca de licores “Flower”, en dónde un 70% de las ganancias se donan a caridad.
Se comprometió con el heredero de la cadena de bancos “Eterna” hace año y medio, manteniendo con este una larga relación de 5 años de noviazgo.
No tiene antecedentes penales, ni una mancha en sus registros, no está comprometida con ningún escándalo de la farándula; estoy seguro que ni siquiera fue llamada a dirección cuando era estudiante.
Esa perra debe cagar algodón de azúcar.”
Fue lo último que le dijo Nam desde una nota de voz en su celular.
-¿De que me sirve contar con el mejor equipo de investigación y rastreo si no pueden encontrar nada interesante sobre una chica cualquiera? - rechinó los dientes el rubio.
El rubio se encontraba sentado al borde de la vereda frente a un mini mercado, a su lado descansaban tres botellas de sake que habían sido compradas en aquella tienda.
No se encontraba muy lejos de la casa de los Jeon, no había ido a Goldenleonar porque sabía que se ahogaría en problemas, problemas que en este momento quería evitar. Quería estar solo.
Salió temprano esa mañana, ni siquiera esperó a que saliera el sol. Solo no quería ver a Jungkook.
Estaba de mal humor, el alcohol lo tranquilizaba así que estaba por acabarse la primera botella.
De repente sintió como alguien le jalaba de la camisa, se giró y reparó en que se trataba de un niño de alrededor de tres años.
-Oiga, no debería tomar eso, le dolerá la panza después... - sugirió el pequeño, señalando las botellas verdes.
Jimin sonrió, enternecido por la forma en la que aquel niño aprendió a asimilar el alcohol con un “dolor de estómago”.
A las lejanias apareció una mujer que corría en dirección a ellos, y sin saludar, con miedo, tomó la mano del pequeño y lo alejó de Jimin.
-¡M~mingoo! ¡¿Cuántas veces te he dicho que no te separes así de mi!? - comenzó a gritarle a su hijo mientras lo arrastraba lejos. - ¿¡Estás loco!? ¡Ese es un gangster, podría haberte llevado!
El rubio bufó, fastidiado, se llevó un trago generoso de alcohol y al sentir el ardor en su garganta, hizo una mueca.
Una llamada entrante hizo vibrar su pantalón, dejó la botella en el suelo y rezó para que no fuera quien él creía que era. Afortunadamente, no se trataba de Jungkook, sino de RM.
-Vibora dorada al habla, ¿Que ocurre? - atendió el teléfono el ojiazul.
¡Tenemos intrusos en la calle 4! ¡Se trata de Cruz Roja! Informó Namjoon, se le escuchaba transpirar así que era fácil suponer que se encontraba corriendo.
-Esos malnacidos jamás se cansarán de que les de una paliza. - gruñó Jimin, y era verdad, dos veces por semana, sin falta, algunos de ellos recorrían su territorio a sus anchas. - Voy hacia allá.
Se levantó de inmediato y colgó la llamada, queriendo parar un taxi, pero los coches pasaban de largo de él.
-Maldita sea... - observo desesperado a su alrededor, buscando algo que podía usar para llegar rápido.
Se le acababa el tiempo, maldijo inevitablemente y se dispuso a correr, aunque sería un laaaargo recorrido.
Había recorrido alrededor de tres cuadras, cuando a su derecha apareció un auto negro que sonaba la bocina, sin parar parecía que quería llamar su atención.
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Querido hermano Park Jimin.
Randomhistoria: KOOKMIN 🐰🐥. Gay. Kook Top, Jimin Versátil. ADVERTENCIA: Sangre, violencia, lenguaje inapropiado, contenido sexual explícito y manejo de sustancias lícitas y armas. ~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~° ¿Que tipo de problemas puede desencadenar...