Capitulo 4

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Habían pasado unos días desde la discusión con mi padre. El no ha venido a arreglar la cosas, y yo tampoco, ni lo haré hasta que sea él quien de el primer paso para solucionar esto. Pero sé que es muy orgulloso y yo no me quedo atrás, esta claro que lo heredé de el.

Tocan la puerta de mi habitación y como si lo estuviera invocando aparece el susodicho, sentándose en una esquina de mi cama.

— ¿Quieres hablar?

Pues si, pero no se como comenzar, y no seré yo la que pida perdón primero.

Tienes que comenzar tu papi.

— No se que decir la verdad –  digo acomodándome en mi cama.

— Yo si– suspira. – No tuve que decirte lo que te dije, fue solo un impulso realmente no quise hacerlo – hace una pausa.– Prometo que cambiaré. ¿Me perdonas?

— ¿Me perdonas tu a mi por haberte arruinado el negocio?

El ya se había arrepentido y pedido perdón. Era mi turno y creo que puede que me haya pasado un poco ese día haciendo ese show cuando el estaba trabajado.

— En realidad, pude cerrar el trato.- dice sonriéndome.– Gracias a eso vendrán cosas muy buenas para esta familia.

— ¿Me llevarás a las Maldivas?–lo pienso mejor– ¡No! Mejor a Cuba, extraño todo de allí.

— Si te gradúas, puede ser.

Adiós maldivas, y adiós país que me vio nacer.

Solo espero que cambie como dice, por lo menos con Lucia que es lo que me importa.

Después de la reconciliación de padre e hija, bajamos  a cenar, yo pongo los platos, Lucia los vasos y Alex los cubiertos.

— Chicos – llama la atención Sonia – John y yo les tenemos una sorpresa.

— ¿Que es?– dice Diego emocionado como todo niño de su edad.

— ¡Nos vamos a mudar! – suelta Sonia emocionada.

— ¡¿De país?! – preguntamos Alex, Luci y yo a la vez.

— No hablen al mismo tiempo que da miedo – dice mi padre riendo.– No, solo de casa. Ya saben que la empresa a crecido notoriamente y pues todo su esfuerzo tiene su recompensa, por eso hemos comprado una casa nueva.

— ¿Mas grande?– pregunta Alex.

—Si

—¿Tiene sala de juegos?

—Claro–responde mi padre.

No entiendo el porque de mudarnos si aquí estamos bien, la casa no es muy grande pero tampoco muy pequeña. Solo nos faltaba una habitación mas ya que Diego todavía duerme con ellos, pero eso se podía arreglar construyendo otra. Aunque me encanta la idea de mudarnos. Lo único malo es que ahora estaré mas lejos de Aylen, ella vive solo a dos cuadras de mi hogar y ahora no se cuan lejos estaré de ella.

— Hay mas– habla Sonia–, estoy embarazada, ¡van a tener otro hermanito!

Otro. Otro bebé al que soportar.
Eso si que no me lo esperaba.

— Wow, no tienen suficiente con nosostros que quieren otro– bromea Alex.

El resto de la cena la  pasamos hablando sobre el nuevo integrante de la familia, del nombre, si es niña o niño, o ambas. Ahora seriamos cinco, mi padre siempre dijo que le gustaría tener una familia numerosa y lo ha conseguido.

Son las 10 de la noche, estoy ya en mi cama durmiendo según mi padre, obviamente no. Estoy viendo youtube cuando me llega un mensaje de Instagram de...¿Izan?

Por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora