Capitulo 11

392 18 0
                                        

Estaba estresada, aburrida, desesperada por salir y furiosa con mi padre por su maldito enfado que todavía me reclamaba y eso que ya había pasado una semana. Incluso ahora nos llevaban al instituto con chofer, se que ahora vivimos más lejos, pero igual podríamos coger el trasporte público. Pero no, ahora nos llevan y recogen como niños pequeños, y según mi padre eso iba a ser siempre.

Ya comienza el fin de semana y no me ilusiono como siempre lo hago, por culpa de mi adorado padre que nos tiene como carceleros a los tres sin poder salir ni a la esquina.

Tanto así que ni siquiera me he podido cruzar con Izan ahora que vivimos casa con casa, solo lo he visto por los pasillos del instituto, eso si, siempre acompañado de su novia.

Bueno no me quejo, pues hemos estado hablando de vez en cuando por mensajes sobre tonterías, pero por lo menos gracias a él y Aylen el encierro no se me hizo tan pesando. Y con todas las cosas que hay para hacer en esta casa pues debo admitir que mal, mal, no la he pasado.

Estoy entrando a mi habitación, pensando en si pasar el día en la piscina o jugando a la play con mis hermanos aunque siempre pierda, pero un plan mejor llegó a mi a través de una llamada.

— ¡Aunque tengas que saltar por esa ventana vienes por que vienes! – amenazó Aylen antes de cerrar la llamada.

Me había dicho que nos invitaron a ir a una pelea en no me acuerdo donde, y pues ganas no faltaban, el problema era mi padre, pero cuando me dijo que Alex también iría, dije si.

Estoy en la sala de juegos, tomándome fotos en el teléfono de mi hermano cuando le llega un mensaje:

Izan
Tu hermana también irá a la pelea, ayúdala.

— Tienes un mensaje de tu amigo– le dije con una mueca.

Cojo mi teléfono y le escribo lo siguiente a mi querido amigo:

"Tranquilo, se como hacerlo. No hace falta que mandes a alguien por mi."

Y el muy condenado no respondió, solo lo dejó en visto.

— Ya le respondí desde mi móvil– dije con tranquilidad.

— Deja de ser tan chismosa, si me llega un mensaje lo que tienes que hacer es dármelo, no leerlo – me regaña.

— ¿Desde cuando vas a peleas ilegales?– cambio de tema.

— Vas tarde, hace tiempo.

— Yo que pensaba que no tenías amigos y resulta que tienes incluso más que yo.

— Oye, que no me relacione en el colegio no significa que no tenga – se defiende–. A fuera conozco a muchos, Izan– me da una mirada pícara, ¿en que momento se me ocurrió contarle que me gustaba, solo un poco? – Thiago, Peter,...– comenzó a nombrar a mucha gente –. En ese instituto hay muchos pijos, prefiero a gente más normal.

— Miguel, Dani, Aaron y Ángel no son pijos.

— Por algo son nuestros amigos.

— Más míos – le dejo claro–. Entonces también conoces a Andrea– afirmo, cayendo en cuenta que si conoce a Izan desde hace tiempo significa que también a la novia.

— Si.

— ¿Es igual de insoportable como lo parece?– él se ríe dándome la razón– Me lo imaginaba. Luci ¿te apuntas?

— No quiero estar encerrada toda la vida si papá se entera, vayan ustedes.

La entendía, corríamos un riesgo en hacer esa escapada, pero estoy segura de que valdrá la pena.

Por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora