Capitulo 24

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Izan

Cuando entro a mi habitación y veo a una chica entre mis sábanas, por un momento pensé que era Andrea volviendo a pedirme que volvamos. Pero una sonrisa tonta sale de mis labios al ver a la pequeña esa durmiendo plácidamente.

Tengo unas ganas inmensas de tirarme a dormir con ella entre mis brazos, pero se supone que estoy enfadado.

Isaac no deja de buscarla y me estresa verlo hablar de ella como si la conociera, hace unos días vino pidiéndome que la dejara en paz. Que yo estoy mejor con Andrea y él quiere algo con la pelinegra que está sobre mi cama. Ya no se quien de los dos es peor, si Andrea o Isaac.

— ¿Vas a venir o que?– Angie abre los ojos sentándose en la cama.

— ¿No prefieres que llame al rubio?

No puedo evitar molestarla un poco, y aunque se que no tiene nada con Isaac me molesta verlo tras ella.

— Trágate los celos como yo lo hago – se enfada cuando ve que sigo serio –, y no voy a rogarte más. ¿Vienes o me voy?

Esta por pararse y irse pero la vuelvo a tirar a la cama poniéndome sobre ella. Ninguno de los dos decimos nada, solo pasamos un buen rato abrazados.

— ¡Ay ya!– me saca de sus pequeños brazos– No me dejas respirar.

— Tengo hambre.

Se me tira encima para besarme pero la freno, tengo hambre de eso también pero más tarde.

— Hazme algo de comer.

— Sabes que no se cocinar – rueda los ojos –. Mejor pido una pizza por teléfono y la pagas tú.

Le hago caso y en mi mente estaba compartir una pero no, ella quería una de cuatro quesos para ella sola.

— ¿Algún día me contarás los problemas con tu padre? – intento hacer conversa y poder entender esos arranques que le dan cada que está cerca de John.

— No se, no hay nada que contar – acaba con el último pedazo de su pizza –. Solo no nos llevamos bien y ya, chocamos mucho en todo. Y no quiero hablar de eso.

Zanja el tema.

La muy irresponsable se quedó sin teléfono, la estuve llamando hace días y nada. Por eso anda con el mío viendo sus redes sociales, y mensajes que le enviaron. Veo como abre mensajes de chicos que le escriben coquetamente, y me gusta ver como los elimina todos.

— Deja de ver.

— Dame mi teléfono entonces – la molesto.

Sigue con sus recados y luego se pone a hablar por FaceTime con Aylen. Pasan más de una hora hablando y me voy a la piscina a matar tiempo.

La veo caminando a una de las tumbonas a tomar el sol, y me da risa ver que se puso uno de mis lentes de sol.

— Metete.

— No tengo traje de baño.

— Metete sin nada entonces.

Se lo piensa un poco pero acaba quitándose la ropa quedándose solo con la ropa interior de color negro. Mi amigo despierta al verla así, y es que esta chica es perfecta para mi en todos los aspectos. Nada hasta mi y cuando comienza a cansarse se me prende rodeándome el cuello.

— Tus papás están en el salón, ¿no se enfadarán si nos ven juntos?

— Saben que estoy soltero, puedo traer a las que quiera...

Recibo un manotazo en la cabeza y me rio por su reacción, me encanta verla molesta.

— Para comenzar, soltero no estás y solo puedes traerme a mi. ¿Queda claro?

Por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora