Capitulo 14

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Izan

Mis padres llegaron de su viaje de negocios justo hoy. Mi hermano también volvió, como siempre con su ego en alto.

— ¿Que tal los estudios? ¿Volverás a repetir curso?– me molesta.

— Deja de joderme. Mejor vete con alguna de tus chicas.

— Pues ese es mi plan, vi a la de al lado y está buenísima la chiquilla esa. ¿Sabes su edad? Dime que conoces a la vecina, necesito que me la presentes.

Estoy seguro que se refiere a Ángela o su hermana.

— Adiós.

Mi intención era entrar al instituto, pero al ver a la pequeña esa según ella escondida a la perfección, me quitó la ganas. Y no se si fue la mejor o la peor decisión que tomé.

Nos acostamos, y los disfrutamos, mucho. Si antes me volvía loco solo con verla y besarla, ahora estoy mas que loco por ella. Según Ángela  solo es atracción sexual y ya, pero por mi parte no estoy seguro que sea solo eso.

Ver a Andrea entre la familia haciéndole una sorpresa a papá me hizo sentir mal. Ella no se lo merece y lo peor es que no me siento culpable, al contrario, quiero más. Pero a la vez no puedo dejarla y hacer lo que quiera libremente, se que si lo hago se vuelve loca.

Después de la cena tenía planeado ir a  la playa, habían organizado una hoguera los de mi instituto antiguo que ya estaban en la universidad. Pero no contaba con el pesado de Ian detrás de la peli negra y yo muriéndome de celos.

En toda la noche no le quitó el ojo de encima, y en cuanto vio que estaba sola aprovecho para acercarse.

Desde lejos los veo caminando hacia el parking, no voy a permitir que se la lleve a solas.

— Ni se te ocurra meterte con Ángela – hablo cuando la veo volver a la hoguera.

— A mi no me des órdenes, ¿a tí que te importa lo que haga con ella? – se acerca a mi– No me digas que estas celoso. ¿Que has echo con ella?

—  ¡De que mierdas hablas! Solo no te acerques a ella, no te la mereces y punto. Es mucho para ti.

— Cariño, vamos a casa.

No me había dado cuenta de que Andrea y Lucia habían llegado, por un momento se me va el aire. Después al verla tan contenta y sin un rasgo de enfado me relajo al saber que no a escuchado la burrada de Ian.

Aunque tenga toda la razón.

— Sube al coche – la subo y cierro antes de que vuelva a hablar– Llévala a casa, por favor. Yo llevaré a tus hermanos después –le pido a la hermana de Ángela.

Cuando lo veo arrancar y alejarse de mi, por fin me siento con la libertad de poder disfrutar con mis amigos sin que Andrea esté en medio.

Aveces es demasiado tóxica, al punto de decir que se siente celosa porque hable con mis amigos y no con ella.

Cuando llego a la hoguera me encuentro solo con uno de los amigos de Ángela, creo que se llamaba Aaron.

— ¿Donde está Ángela?

El señala hacia el oscuro mar desde donde se escuchan risas —  ¿A que me apuesto que comienza a gritar como loca  cuando esa ola la hunda?

Y tal como lo dice pasa, la gran ola hunde a Ángela junto con Aylen, Alex, Thiago y otros chicos de los que solo conozco a la mitad.

— ¡Alex, agarra a tu hermana que se ahoga! – le grita Aaron – ¿No ves que sus pequeñas piernas no llegan al suelo!

— Pero si ese está más borracho que tu.

Por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora