— ¡¿Como llegaste?!–grita Aaron emocionado detrás de unos árboles en el patio. –¿Que hora es allá?
— Ya está anocheciendo y según mis cálculos deberían estar en la penúltima clase del día–nos regaña.
Ángel, Aaron Miguel, Aylen y yo nos escapamos para ser los primeros en llamar a Dani una vez salga del avión. Nos enseña el aeropuerto y todos los turistas que hay, ya me dieron ganas de ir también.
Me imagino con un francés para Ayelen, otro para mi llevándonos a las mejores fiestas y lugares para luego acabar en la cama.
Ahora que lo pienso...desde que estoy con el castaño no he estado con otro hombre, sin querer le estoy siendo fiel en esta rara aventura que tenemos.
Estamos compartiendo dos cigarros entre los cinco y en menos de nada, la directora nos ve.
— ¡Al despacho, ya!
Sin renegar hacemos caso y una vez adentro no puedo evitar reírme de la cara de susto que lleva Ángel, seguro nos expulsarán y él es como el estudiante perfecto y no quisiera eso en su expediente.
— Se saltan las clases y para colmo derogándose en el colegio.
— No era hierba, solo eran unos simples cigarrillos –Miguel intenta minimizar el regaño –. Y Ángel solo nos acompañaba el no hizo nada.
— ¡Cállate!– Aylen se pega al micro del teléfono– Nos están castigando.
Le muestra a Dani la directora y no puedo evitar reír, esto lo empeora y Dani solo cierra la llamada para no empeorarlo.
— ¡Dos días de expulsión! Y tú, Garcia te salvas.
Llaman a nuestros padres y Ángel se devuelve a clase deseándonos suerte. Tanto drama cuando las clases finalizan en media hora. Aunque ya casi acaben, me hacen entrar a clase con la mirada de todos en mi. Les molesta que siempre entre en mitad de la teoría o cualquier mierda que hagan, yo solo les sonrío falsamente caminando al último puesto al lado de la ventana.
Izan está justo al lado a un metro de mi y no puedo evitar admirar su perfil, los bíceps que se ven con la camisa de manga corta y el pelo que debería recortárselo. Sabe que lo veo, por eso se tira atrás estirándose y viéndose más sexi de lo que es tensando todo el cuerpo. Se pasa las manos por el pelo y me está provocando, quiero lanzarme a comerle la boca cuando todos comienzan a dejar él aula, incluso Andrea.
Me dejó vía libre.
— Ven a comer a mi casa –lo invito.
— ¿Habrá postre?– rodea su brazo en mi cintura.
— No creo, es solo que si hay invitados John no intentará matarme. Y últimamente le estoy dando muchas razones para hacerlo –le doy un pico –. Vienes y punto.
Obviamente no se niega y dejo que salga.
Como suponía mi padre nos espera, entro y conduce en silencio y serio.
Estamos entrando y me desespero al ver que Izan no llega y John tira su americana de mala gana.
— ¿No te cansas de joder a todos?–comienza.
— No.
Afortunadamente suena el timbre, corro a abrir la puerta encontrándome con Izan, Thiago y Aylen. Mejor, contra mas invitados menos me gritará, bueno si ve a Aylen se la va a coger con ella también.
— Los invitamos –le digo a papá cuando entro con los tres – ¿Verdad Alex?
— Aja –me sigue la corriente.

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Por primera vez
RomanceSoy Ángela Collins, una chica normal que le gusta salir mucho de fiesta con sus amigos. No voy mentir, para muchos soy una inmadura que no aprende, pero la vedad es que me da igual lo que digan de mi. Nunca he creído en el amor, menos me he enamora...