Capitulo 20

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Izan

— ¿Y Ángela? –pregunta Carmen cuando bajo las escaleras.

— Durmiendo.

— ¡Por Dios! Son la una de la tarde y tiene que desayunar ¡ves a despertarla!

Me hace subir de nuevo y verla tirada en mi cama descansando me la pone difícil. No quiero despertarla y se ponga de mal humor, pero no me queda de otra.

— Ángela...– me subo encima de ella sin aplastarla – Tú papá está abajo.

— Mentira –dice somnolienta.

— Arriba – la cojo como saco de patatas llevándola a la ducha –. Tenemos que salir.

— ¡Se sale en la noche! Es muy temprano – se queja.

La meto en la ducha con ropa y todo, pero antes de que encienda el agua se quita lo camisa dejando sus pechos al aire mientras se tapa los ojos por el chorro de agua.

— ¡Vete!

— No puedo irme con estas vistas – me quedo embobado.

Sus piernas, abdomen plano que aunque coma sin freno lo tiene perfecto, su pelo negro, sus ojos, sus ahg...todo, no hay nada que no me encante de esta niña. Por no hablar de su personalidad, me pone más que su belleza. Verla enfada, o por ejemplo cuando se pelea con Andrea me pone, me excita y mucho.

Finalmente acabo afuera del cuarto de baño con una erección que me duele, eso me pasa por haberla despertado de esa manera. Tuve que haber sido más precavido.

Alex trae ropa para Angie que se está cambiando en mi cuarto mientras nosotros comemos con Carmen. No hay nadie en casa, mis padres en una reunión y mi hermano ni idea, no hablo con el.

— No es por meterme en tus asuntos, pero...– se toma un tiempo antes de continuar – ¿Cuanto va a durar esto? Andrea, Ángela...Peleas entre los dos, tu siéndole infiel a la rubita.

Ni yo mismo se que estoy haciendo, lo único que sé es que ahora mismo estoy más por Ángela que por Andrea.

Lo peor es que le doy señales a Andrea de que lo quiero dejar, pero siempre que toco el tema lo evade por completo. Sabe que no es lo mismo de antes, sabe que hay otra porque se lo he confesado, pero sigue ahí, con los ojos vendados porque ella quiere.

Por otra parte esta Ángela, me gustaría saber que es lo que pasa por su cabeza. Puedo jurar que lo que tenemos no es solo sexo, pero sé que ella no lo va a aceptar. Siempre me ha dicho que no quiere nada, aunque no veo ni percibo eso cuando estamos juntos.

— Creo que la quiero – me confieso.

Alex se atraganta con su comida y de reojo veo a Carmen sonreír.

— ¿Como que la quieres? Pero si es insoportable, inmadura y problemática – toma agua –. Yo lo hago porque es mi hermana, pero qué raro se siente escuchar a un hombre decir eso sobre ella.

— He dicho que creo.

— No crees, estás enamorado – afirma Carmen.

Bueno si, puede ser que si la quiera más de la cuenta.

Callamos cuando la vemos entrar al comedor. Viste unos shorts con un top de tirantes, hermosa.

Nos despedimos de Carmen dirigiéndonos al entreno de Thiago, la semana que viene es la final y esta preparándose a full con eso.

— Tu no peleas ¿verdad? –me pregunta algo preocupada cuando ya llegamos.

— ¿Te preocupa?– la pego a mi cuerpo.

Por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora