Otras dos semanas sin saber nada de Abigail, con mensajes amenazándome y yo sin saber que mierda hacer.
—¡Feliz cumpleaños a la más irresponsable, inmadura y loca!
Me levando de golpe.
Es mi cumpleaños, lo olvidé por completo.
— ¿Quien se esconde entre las sábanas? – pregunta Alex en modo de hermano celoso.
Como si nunca hubiera visto a un tío en mi cama.
— ¡Feliz cumple! –grita Izan tirándome a la cama de nuevo, aplastándome con su peso mientras reparte besos por toda mi cara.
Diego entra sumándose.
— ¡Ya eres legal!– exclama mi hermana –. Podemos irnos a las maldivas, o ibiza.
—Tengo sueño – me quejo.
— No, vístete es día de hermanos y nos iremos al parque de atracciones. –Luci me muestra cuatro tickets.
— Quiero que vaya Izan– exige Diego.
Yo también quiero pero no lo voy a decir. A Alex parece no agradarle la idea y ni hablar de la cara que pone Lucia.
— Otro día iré –lo anima Izan.
Cuando escucha que cierran la puerta y estamos solos, se lanza de nuevo a mi pero esta vez los besos son en la boca.
¿Podría tener mejor despertar? No.
Es tan raro despertar con el, dándome amor y cariño, nunca imaginé hacer eso con nadie. Suele venir pero se va antes de que amanezca. Y para colmo despertar también con el amor de tus hermanos, siendo los primeros en acordarse de mi.
— ¿Porque no me dijiste que era tu cumpleaños?–
pregunta a centímetros de mi boca.— Si te soy sincera, lo olvidé–me encojo de hombros.
No se lo cree, su cara me lo dice, pero es la verdad.
Últimamente hemos tenido mucho más acercamiento, solo en la cama. Nadie a parte de Aylen y me imagino que Thiago lo saben, tampoco me interesa causarle problemas con Andrea.
Como dice el dicho:
El que come callado repite.
Y estoy más que satisfecha con el servicio nocturno del castaño.
— Los dos de dieciocho –hablo cuando por fin medio me suelta.
— Tengo diecinueve, me ofende que no lo sepas – bromea haciéndose el ofendido.
Lo ayudo a irse con la ayuda de Alex, y cuando subo a mi habitación me encuentro a mi padre con Sonia.
— Felicidades Ángela– me da un pequeño abrazo.
— Mi hija creció, dieciocho años ya – ahora papá me da el abrazo.
—Gracias. Iré con los chicos al parque de atracciones.

ESTÁS LEYENDO
Por primera vez
Roman d'amourSoy Ángela Collins, una chica normal que le gusta salir mucho de fiesta con sus amigos. No voy mentir, para muchos soy una inmadura que no aprende, pero la vedad es que me da igual lo que digan de mi. Nunca he creído en el amor, menos me he enamora...