No siempre los finales felices acaban con el amor de tu vida o el que creíste que lo fue.
Mi corta e intensa historia con Izan fue increíble a pesar de todo, nunca me arrepentiré de haber compartido esos increíbles meses con el, y sobretodo todo el amor y apoyo que me dio.
Le agradezco millones de cosas, haberme enseñado lo que significa el amor, siempre cuidarme y apoyarme, pero sobretodo agradezco y siempre lo haré el que me haya dado el verdadero amor de mi vida y alma gemela.
No me arrepiento de nada porque Kiara es lo mejor que pudo haberme pasado en la vida. Fue la única razón por la que no me rendí en ese difícil momento que pasé con Izan, John, Abigail, Andrea y Lucia...ella fue mi motivación y salvavidas. Fue la razón por la que no me rendí, por la que no actué como la loca Ángela Collins hubiera actuado.
El día que me enteré de que tenia un ser vivo de Izan y mío dentro de mi no podía creérmelo, aún cuando seguía teniendo las náuseas mañaneras y cuando fui a la primera ecografía de mi niña con Alex.
No comencé a asimilar lo importante y real que era el asunto hasta que Miguel, Aylen y yo fuimos a comprar el carrito, cuna, ropa y todo lo necesario. Me despertaba cada mañana y no podría creerme que tenia un balón de fútbol como barriga, sentía una rara sensación de felicidad cuando cada mañana Kiara se movía dentro de mi.
En todo el proceso no dejé de recibir mensajes de Izan, y aunque era difícil para mi, los ignoraba todos. Todavía a día de hoy no logro perdonarlo, ni olvidar a la vez todo lo que siento por el, ya ha pasado mucho tiempo pero es imposible pensar en volver o simplemente tener una conversación con el.
Por otro lado, agradezco infinitamente que mis "padres" hayan decidido olvidarse de mi.
También agradezco que mi hermano y mis amigos no me dejaran sola en el proceso en ningún momento, todos me apoyaron y acompañaron.
Y no es hasta día de hoy, aquí en esta sala de parto, rodeada de médicos, Alex a mi derecha y Aylen a mi izquierda, logro creer que soy madre.
Siento que todo me da vueltas, quiero dormirme, estaba agotada de pujar, pero sentir el llanto de esa bebé que tanto esperé me vuelve a la realidad llena de felicidad ahora mismo.
Soy la mujer más feliz en este mundo, ella no deja de llorar y yo tampoco cuando por fin puedo conocerla. La ponen en mi pecho ella parece calmar el llanto y no dejan de caer lagrimas de felicidad por mis mejillas.
— Nacida a las 22:22, niña de 2,95 kilos, 39 centímetros de largo y sana– escucho al doctor de lejos.
— ¡Bienvenida a este cruel mundo! – dice Aylen llorando también de emoción mientras Alex me llena de besos las frente y me retira el pelo que tengo pegada en la cara por el sudor.
No puedo dejar de verla, es increíble que ese diminuto ser haya estado dentro de mi ocho meses y medio, haya sido la que no dejaba de moverse y hacerme desvelar, pero esta claro que mereció la pena por completo.
— Felicidades señorita– me felicita el doctor que controló todo mi embarazo –. Le deseo la mejor de las suertes en su nueva etapa, disfrútela y vívala cada segundo.
— Muchas gracias – digo cuando logro tranquilizarme.
La imagen de Izan se me cruza por la cabeza.
Él, esperándome en la habitación a la que me van a trasladar, sentado, esperándome o mejor dicho esperándonos a mi y a su hija.
Pasando con nosotras la noche, cuidándome, cambiando el primer pañal de Kiara Jones juntos, simplemente siendo unos simples jóvenes padres primerizos aprendiendo juntos a amar y proteger a nuestra hija.

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Por primera vez
RomanceSoy Ángela Collins, una chica normal que le gusta salir mucho de fiesta con sus amigos. No voy mentir, para muchos soy una inmadura que no aprende, pero la vedad es que me da igual lo que digan de mi. Nunca he creído en el amor, menos me he enamora...