CAPÍTULO|25

3.8K 438 311
                                    

KIN

Abrí los ojos con un sobresalto al sentir sobre mi espalda desnuda una ligera ráfaga de viento y un escalofrío desagradable recorrió mi espina dorsal que me hizo levantar a prisa.

Todos mis sentidos se despertaron al instante y pronto descubrí lo silenciosa que estaba la recamara, me percaté que la llave todavía descansaba sobre la mesa que adornaba la suite pero de Donovan no había rastro.

En el baño se escuchó el agua del retrete correr y fui hasta el baño con la esperanza de encontrarlo ahí.

Rápidamente me envolví en una bata y fui a buscar a ese bobo para regañarlo por asustarme de tal manera cuando su mirada bastante cansada, rota y que incluso parecía que había llorado, choco con la mía.

Donovan estaba frente al espejo, pálido y con perlas de sudor bañando su rostro. Me abalancé a él y lo envolví entré mis brazos, su cuerpo temblaba y me estrechó tan fuerte que incluso me tronó los huesos.

-Hey tranquilo ¿Qué pasa? Estas asustándome.

-Tuve una pesadilla -lo escuché pronunciar y volteó a mirarme-. Es una mierda tener sueños tan lúcidos en ocasiones.

-¿Qué?

Él volteó a mirarme, su semblante tenía esa clase de oscuridad que no me gustaba y volvió a abrazarme, su cuerpo desnudo estaba frío.

No sabía que clase de pesadilla se tendría que tener para estar así, pero seguramente la suya fue la más horrible de todas para ponerse de esa forma pero no le pedí que me contara y tan sólo nos quedamos en silencio

-¿Puedo hacerte una pregunta? -volteó a mirarme.

Tomó mi rostro con sus manos trémula y yo con firmeza le respondí que sí.

-Tú ¿Crees que serías más feliz si yo no estuviera en tu vida?

Fruncí el ceño y mi cabeza comenzó a moverse negando.

-¡Por Zeus! De ninguna manera. Soy muy feliz contigo.

-Pero por mi culpa has pasado por tantas cosas que...

-Vamos Donovan -lo interrumpí-. ¿De qué va esto?

-¿Has llegado a pensar que serías más feliz con alguien cómo Morfeo? Creó que te sientes atraída por él.

-No hablas en serio -hable un poco enfadada.

-Contéstame -demandó.

-Yo... -por supuesto que estaría mintiendo si le dijera que no había pensado en alguna ocasión sobre eso y tambalee un poco antes de poder contestarle-, Donovan, por los dioses, te estoy eligiendo a ti...

-Entonces si lo has hecho.

Pensé en Morfeo y sentí culpabilidad, afirmé con la cabeza avergonzada y derrotada, sin poder mirarlo a los ojos.

-Joder Kin..., creo que me lo merezco después de todo.

-¿Eso cambiaría algo ahora? -pregunté con mi voz a punto de quebrarse.

-Por mi parte no. No voy a alejarme de ti esta vez, no voy a huir y no iré a ningún lado a menos de que tú me lo pidas.

Me abrazó y beso mi cabeza.

Después de eso bajamos a desayunar y volvieron a ser muy amables con nosotros, por mi parte yo estaba un tanto apenada de traer la misma ropa que la noche anterior mientras que a Donovan le pareció muy divertido.

Estábamos a punto de terminar cuando sonó su teléfono, al ver quién lo llamaba se apresuró a contestar.

-¿Padre?

DETRÁS DE ESA SONRISA -Libro 2-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora