CAPÍTULO|33

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KIN

El asunto de Anthony al fin había terminado y al menos con esa situación podría estar en paz.

El fin de semana me había ayudado a recuperar una parte de mi sueño perdido, a comer mejor y Morfeo había sido muy amable en llevarme unas vitaminas que según él me ayudarían a recuperar el apetito y fortalecerme.

Fue a visitarme y estábamos solos, por un momento sentí que de mostraba un poco más gentil de lo normal e incluso tal vez hasta cariñoso. Él no pensaba que ya estábamos saliendo ¿verdad? Porque ni tiempo me había dado de responder después de aquel desmayó.

-Sobre tu proposición la otra tarde... -no era fácil comenzar y más porque sabía cuál era mi respuesta.

Sin dejarme hablar me robó un beso, y sin alejar mucho nuestros rostros me miró y sus ojos brillaban con su sonrisa.

-Solamente recuerda que siempre voy a estar para ti ¿Está bien? No necesito nada a cambio, aunque no podría quejarme si de vez en cuando me regalas uno de estos.

-Pero no quiero romperle el corazón a nadie, menos a ti.

Volvió a besarme.

-Advertido estoy, no te preocupes.

Me dejó sin aliento y sin palabras, sus labios volvieron a tomar los míos y lo hacía muy bien, su presencia y sus acciones solían fluir con mucha facilidad.

-Bueno, hay algo más que me gustaría pedirte -mencionó y yo no tenía palabras para responder, apenas estaba recuperando el aliento-. Quiero que tengamos una cita la próxima semana si te parece bien.

No pensé del todo mi respuesta, tan sólo afirmé con la cabeza para salir airosa de aquel momento tan confuso.

Después de quedar de acuerdo y darme las indicaciones de las vitaminas y una pequeña charla, sin querer nos quedamos dormidos hasta que su teléfono sonó y él se tuvo que ir a trabajar.

En cuanto a Donovan se refería..., no sabía hasta cuando iba a dejar de dolerme el corazón.

Después de la forma en la que se alejó de mi ese día, estaba muy claro que para él era definitiva la separación y no importaba que tan triste o llorosa me pusiera al respecto, si mi salud estaba deteriorándose por mi estado de ánimo, eso no estaba bien y no iba a cambiar nada lo que él sentía ni la decisión que había tomado.

¿Tal vez había llegado la hora de soltarlo y dejarlo ir, incluso con él hermoso último recuerdo de aquella noche que fingimos haber sido la señora y el señor Chalamet?

Tal vez por eso la diosa Hera había vuelto a poner a Morfeo en mi destino, para darme una nueva oportunidad en el amor y sinceramente contra esto no tenía ningún odio o rencor porque el amor no es malo, los malos somos los humanos por no saber cómo amar.

Pero como lo dije antes, tal vez y solamente tal vez porque el lunes cuando volví a la oficina con un poquito más de vitalidad ni bien puse un pie adentro cuando Margot me llamó entusiasmada para avisarme que debíamos ir a la sala de reuniones para hablar con el equipo de algo muy importante.

Todos parecían saber de qué se trataba y por las fechas yo intuía de lo que podría ser.

Al fin estaba ahí, era mi momento más anhelado ¡Una de las ferias del libro más importante se acercaba y yo sería parte al fin!

Esa noticia me subió mucho el ánimo.

Íbamos a estar muy involucrados con un enorme stand presentando todos los títulos de nuestra colección. Habría conferencias, presentaciones, firmas de libros, talleres, desayunos, reuniones con otras editoriales, escritores y leyendas del medio.

DETRÁS DE ESA SONRISA -Libro 2-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora