CAPÍTULO|3

6.5K 683 191
                                    

KIN

Me perdí en aquellos ojos tan nobles y alegres que no pude evitar sonreír aunque por más que me esforcé no podía recordar quién era ese chico y no sabía si era el efecto del alcohol o alguna secuela del accidente en auto que tuve hace poco más de un año atrás.

-Disculpa, en verdad no te recuerdo...

-Pero es un asunto que podemos arreglar -gritó con emoción mi jefa-, sácala a bailar. Ella estaría feliz ¿No es cierto Kin?

La miré y ella parecía decir «Hazlo» pero, al otro lado estaba Donovan.

Su mandíbula estaba tensa y esa forma de fruncir ligeramente sus cejas lo hacía ver tan peligroso, sus ojos me lo decían, me gritaban que no lo hiciera.

Pero aun así lo hice. Ya estaba lo suficientemente mareada para sentirme avergonzada así que me levanté de mi lugar y yo misma me encargué de llevar a ese chico tan guapo a la pista de baile.

Al principio se quedó estático mirando como me animaba al ritmo de la música pero al ver que yo iba muy en serio, me tomó de la cintura y me pegó más a su cuerpo.

No sé si estábamos en la misma sintonía pero él también se movía fantástico y nos dejamos llevar. Hace mucho tiempo que no me divertía así; me olvidé del tiempo o mis preocupaciones y la música era tan divertida que me desinhibí por completo.

La gente a nuestro alrededor nos observaba y tener público me hizo más valiente; me quité la chaqueta que voló por el aire mientras mi vestido iba y venía de un lado a otro peligrando de que algo más se me pudiera ver pero el miedo también se fue y el que dirán se me resbalaba sabiendo que seguramente no volvería a ver a nadie más de ese bar.

Me sentía tan sexy, tan yo, como si mi espíritu hubiera vuelto al fin completo a mi cuerpo.

Después de un rato fuimos hasta la barra y pedimos un par de cervezas.

Intenté pagar la mía pero el chico no me dejo.

-Pero ni si quiera se tu nombre -advertí.

-Oh si, lo siento, olvide presentarme formalmente -parecía tan avergonzado de verdad-, soy Morfeo, Morfeo Holland.

Rayos de Zeus. Algo sentí al escuchar su nombre que aceleró mi corazón.

-Mucho gustó, yo soy Kin Novelli.

-Ya lo sabía -sonrió-. Entonces Kin ¿Te gustaría que siguiéramos bailando?

-Eso me encantaría.

-Y creo que deberías de invitar a tus colegas, sobre todo al chico con cara de pocos amigos que no deja de mirarnos.

Volteé hacia mi mesa y todos nos saludaron excepto Donovan que parecía traer la furia de Cronos consigo mismo.

Intenté hacer como si no me importara y cambie la conversación, de nuevo fuimos hasta la pista de baile y todo estuvo magnífico hasta que un idiota me empujó haciendo que quedáramos a un beso de distancia.

Ambos nos reímos un poco pero en un instante todo se tornó más serio y me di cuenta de que iba a besarme.

Lo más raro del mundo es que no intenté esquivarlo, incluso cerré los ojos pero mis pensamientos no tardaron en traicionarme y me recordaron que Donovan estaba ahí.

En automático di un par de pasos hacia tras y lo esquivé. Mi mirada viajó rápidamente hacia mi mesa. Mis compañeros estaban en su mundo divirtiéndose aunque él y Margot ya no estaba ahí.

Mi corazón sintió un horrible vacío de repente y no estaba muy segura de porqué.

-Kin ¿Te encuentras bien? -preguntó Morfeo preocupado.

DETRÁS DE ESA SONRISA -Libro 2-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora