CAPÍTULO|49

2.6K 335 72
                                    

KIN

Hasta ese momento todo había resultado bien, estaba en la mesa sentada a lado de Margot cuando vi a Donovan llegar. Ya se había cambiado de ropa y se veía tremendamente guapo.

Se presentó y se saludó con varios autores y colegas, compañeros de la oficina y mientras yo le miraba con disimuló, él no reparó en fijar su mirada en mi cada que podía.

No llevaba el ceño fruncido, pero sí que se notaba algo de incomodidad en los ojos, no sé si se trataba de enojo o tal vez impaciencia pero sinceramente no me gustaba mucho; él no era así, siempre era muy profesional y sabía muy bien contener sus emociones cuando era debido.

La convivencia de la editorial siguió transcurriendo entre muchas charlas de bastante interés y un desayuno fantástico que devore hasta el último bocado pero quien podría culparme, estaba comiendo por dos y después de la noche que tuvimos Donovan y yo era más que normal que necesitaba recuperar energía.

Volteé a buscarlo esperando que él también se hubiera terminado todo el plato pero que grande fue mi sorpresa cuando noté que apenas había probado bocado y no fue hasta ese momento que me di cuenta de lo que podría estar sucediendo:

No me había detenido a pensar que tal vez para Donovan esté era uno de los días más importantes de su vida y posiblemente estaba nervioso o preocupado.

Por el ajetreo y toda la gente que nos rodeaba sería un poco complicado poder hablar en ese instante así que preferí mandarle un mensaje para preguntarle si estaba bien y tal vez darle algunas palabras de aliento.

Tomé mi bolso y comencé a buscar mi teléfono, pero no lo hallaba por ningún lado, incluso miré sobre la mesa pensando si tal vez lo había dejado ahí antes pero no había rastro.

Volteé a buscar a Margot como buscando una respuesta a mi preocupación pero ella estaba a lado de Donovan presentándolo y alabándolo como una orgullosa madre y no fue hasta ese momento que noté por completo lo que Donovan llevaba en la mano.

Sentí que me empujaron el alma cuando nuestras miradas se cruzaron y él mismo me mostró mi teléfono y un millón de preguntas comenzaron a cruzar por mi cabeza

¿Y si Noah había conseguido otro número y llamado? ¿Y si había visto los mensajes de Noah?

¡Por el tártaro! Un mareo me llego de pronto cuando Donovan hizo una señal con su cabeza y se levantó de su lugar, me costó un poco levantarme pero respiré profundo y lo seguí.

Nos escondimos detrás de una pared; su mirada no paraba de ser incómoda y hasta cierto punto triste pero en cuanto estuve frente a él me cedió el teléfono y me sonrió.

-¿Buscabas esto?

-Iba a mandarte un mensaje.

-¿Tan rápido me extrañaste?

-No es para tanto.

Su sonrisa se apagó y su mano acarició mi mejilla y mi cabello.

-Yo sí..., te amo Kiny.

Se acerco a abrazarme y fue tan inesperado. Junto nuestras frentes y me dio un pequeño beso en los labios.

-¿Todavía me amas?

-¿A qué viene eso tan de repente?¿Sucede algo? -pregunté todavía guardando esperanzas de que él no hubiera visto nada en mi teléfono.

-Claro que sí, solamente estoy un poco nervioso por lo que pueda pasar hoy.

Lo sabía, sabía que era por la conferencia y la firma que estaba así.

-Lo harás muy bien, ya has hecho firma de libros antes.

DETRÁS DE ESA SONRISA -Libro 2-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora