Capítulo 32

156 16 1
                                    


Traición


—Tienes que recordar algo —no pudo evitar escucharse exasperada.

—Enserio lo intento, pero mis recuerdos de cuando llegue aquí son un tanto... confusos —dijo ligeramente molesto. Alice comprendió que quizá lo estaba presionando demasiado «Confusos o en verdad no quiere recodar, o simplemente no quiere decirme» pensó para sí, se mordió los labios para no decirlo en voz alta. Todo estaba resultado más complicado de lo que había imaginado.

Se apartó un poco de él para que no notara su frustración, así como el miedo que no la había abandonado desde la noche anterior cuando supo la verdad. Llevaban toda la mañana así, casi al borde de iniciar una discusión, ambos tensos, ambos preocupados pero sin admitirlo frente al otro, pretendiendo tener un desayuno tranquilo después de todo lo que había ocurrido, aunque ninguno había tocado su respectivo plato.

Alice no había logrado dormir nada, Trihel seguía pálido y ojeroso, moviéndose como si cada mínimo movimiento le resultara doloroso a pesar de que ya había pasado un día desde el ataque provocado por su sello. Ahora Alice sabía que el dolor nunca se iba para él, ¿cómo es que se lo había estado ocultado todos esos meses? Admitió que estaba un poco molesta por eso, con él y con ella misma por no haberlo notado, siempre había asumido que el dolor desaparecía en cuanto la luna nueva pasaba, pero para Trihel el dolor nunca desaparecía.Terminó de trago a su taza de café, se había enfriando, pero al menos la ayudó a pasar un poco de su frustración.

—Pensé que quizá podría haber algo que nos ayudara de cuándo llegaste a este plano, necesitamos conseguir respuestas —lo miró con cierto arrepentimiento, pero su voz mantuvo el tono urgente y preocupado.

—Entiendo la urgencia por conseguir respuestas —y en verdad lo entendía, a fin de cuentas se trataba de su propia alma la que trataban de salvar—, pero debemos de concentrarnos en amenazas más urgentes. Como Gamal, desearía que pudiéramos quedarnos aquí para siempre, pero tarde o temprano tendremos que regresar. ¿Qué haremos cuando Bellini regrese, y tengamos que volver a la librería?

—No sé si sea bueno que pasemos tanto tiempo juntos... —dijo casi en un susurro, moviendo la taza vacía con nerviosismo entre sus manos.

—Alice, no —desde que le confesó la verdad ella no paraba de sugerir pasar tiempo alejados, y eso le dolía, aún si sabía que ella solo deseaba alejarse por su propio bien—. Prometimos que haríamos esto juntos. Puedo resistirlo, lo he hecho por diez años. Voy a estar bien, enserio.

No, no iba a estar bien. Alice no podía dejar de escuchar una voz insidiosa en su cabeza, que repetía una y otra vez "vas a perderlo, vas a perderlo, vas a perderlo como siempre pierdes a todos los que amas" no lo soportaba, necesitaba hacer algo, o de lo contrarió entraría en pánico, y volvería a ser la chica asustada de su pasado, la chica que había intentado borrar para siempre, pero que ahora se daba cuenta nunca la había dejado. Por si fuera poco la actitud de Trihel la exasperaba, parecía tan tranquilo o al menos eso aparentaba, era como si realmente no quisiera intentar salvarse, ¿acaso después de tanto tiempo ya se había rendido?

—¿Entonces qué quieres hacer? —preguntó tratando de no revelar nada de lo que pasaba por su mente ni de cómo se sentía.

—Necesitamos proteger la librería, asegurarnos de que Gamal no se acerque a Bellini o a ti de nuevo —Trihel habló con voz firme, para él siempre su prioridad sería protegerla a ella o a los demás, a veces Alice deseaba que fuese un poco más egoísta, y se enfocara en tratar de protegerse él mismo.

La Bruja y el DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora