Memories

⁰⁰⁵

Cuando Sunoo despertaba de su pesadillas y finalmente reaccionaba al mundo exterior, en los brazos del pelinegro, siempre se confundía un poco.

-Sunghoon, ¿Por qué lloras?

El pelinegro se limpió las mejillas, las manos de Sunoo dudaron en tomar su rostro, finalmente sus dedos dejaron caricias en los rasgos del menor, los pequeños mimos lo hicieron sentir mejor.

- Lloro porque tú también estás llorando- murmuró, con su voz quebrada.

Sunoo no respondió, continuó con sus mimos en su rostro, como si lo estuviera reconociendo, después de mucho tiempo, sus dedos peinaron el cabello pelinegro y medio largo del otro.

- Estás grande - murmuró, Sunghoon lo miró con sorpresa, sin entender.

Le dolía tanto ilusionarse, pero no podía evitarlo.

- Casi no parece que yo sea tu Hyung- dijo, por lo bajo-, lo siento - Sunoo escondió el rostro en su pecho.

- ¿Sunoo? - Sunghoon lo abrazó, sin saber qué más hacer-. No te disculpes, no es tu culpa... ¿Estás bien?

Sunoo asintió apenas, respondió algo pero no se entendió nada más que un murmullo.

- Sunoo, no te entiendo.

- Me... Me duele la cabeza, Sunghoon.

- Tranquilo, quédate aquí, traeré algo para eso- dejó un pequeño beso en su frente, se despegó del abrazo y fue hacia la cocina, para buscar un pack de hielo, lo envolvió con un par de servilletas de papel y regresó al cuarto, para acomodarlo sobre la cabeza del pelirosa, se arrodilló junto a él, a un lado de la cama, los ojitos marrón claro del mayor lo miraron, sin decir nada.

Sunghoon le sonrió apenas, quizás su sonrisa fue más triste de lo que quería, llevó su mano a una de las lindas y gorditas mejillas de Sunoo, que seguían empapadas en lágrimas.

- Sunghoon.

- ¿Si, lindo?

- Si soy tu mayor debes decirme "Hyung".

Sunghoon rió de forma honesta, Sunoo en verdad lo decía en serio.

- ¿Quieres que te diga Sunoo Hyung?

- Deberías - dijo, su ceño estaba ligeramente fruncido -. Pero me gusta que me digas... Cómo tú siempre me dices.

- ¿Ddeonu?

- Mhm, es gracioso.

Se quedó en silencio, junto a él, dejado leves mimos, sus ojitos miel lo seguían mirando, con algo de curiosidad, como pidiendo respuestas.

- Te cuido porque te quiero mucho, Sunoo - murmuró él pelinegro-. No importa si soy menor, mayor, o lo que sea... Siempre te voy a cuidar porque te quiero, ¿Si? No te preocupes por nada más.

Sunoo asintió y sonrió levemente, sólo para dejarlo un poco más tranquilo.

Llevó sus brazos hacia el torso del menor, abrazándolo, y escondiendo el rostro en su pecho, dejando que Sunghoon se recostara a su lado para afirmar el abrazo, aspirando el suave olor del pelinegro.

Otra cosa que le gustaba a Sunoo de Sunghoon, es que siempre olía bien, suave, como a flores, a veces a vainilla, dependía del suavizante de ropa que usara, pero siempre era bonito, Sunghoon era muy bonito.

Y se quedaba allí hasta que se sentía mejor, hasta que ya no quería llorar, no le dolía la cabeza, hasta que se olvidaba un poco que se sentía mal por hacerle tanto mal a Sunghoon.

Sunoo se sentía mal por hacerle llorar a Sunghoon, él también quería cuidarlo.