Memories

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Sunghoon miraba el papel sobre la mesa, en blanco, jugaba con la lapicera mientras pensaba qué escribir.

Estaba en la sala, con Sunoo distraído viendo la televisión, seguramente alguna película infantil, mientras él tenía que hacer su "tarea", tenía cita con Jongseong en dos días y no había escrito nada.

No sabía por dónde empezar, ni como seguir, ni como terminar tampoco.

¿Qué podía decir él al viejo Sunoo? Quería decirle todo, tanto, que no tenía palabras para hablar.

—Ddeonu, ¿Me ayudas con algo? — preguntó, ya rendido.

— Mhm — respondió el pelirosa, como era de costumbre, y se volteó hacia él, se acercó un poco para ver la hoja en blanco y luego mirar a los ojos del pelinegro.

— Si tuvieras que despedirte de alguien, ¿Qué le dirías? — preguntó Sunghoon, y Sunoo lo pensó un momento, con un leve mohín en sus labios.

— Adiós— respondió simplemente.

Sunghoon suspiró, en verdad, no sabía qué esperaba como respuesta del pequeño Sunoo.

— Bien, a ver... Si tuvieras que despedirte de mí— dijo, con lentitud— ¿Qué me dirías?

— Adiós— volvió a responder, pero por la mirada que le dedicó el menor supo que buscaba otra respuesta, jugó con sus deditos mientras volvía a pensar—. Hmmm... ¿Te quiero? — aventuró, haciendo que Sunghoon sonriera un poco— ¿Nos vemos pronto?

— Bueno, eso está mejor... — dijo Sunghoon, haciendo que Sunoo se sintiera un poco mejor.

El pelinegro, entonces, comenzó su carta con un "Sunoo. Te quiero".

— ¿De quién te vas a despedir? — preguntó Sunoo, acercándose un poco de más a la hoja de papel, de inmediato el menor la alejó de su vista.

Sunoo lo miró con ojos de perrito triste por lo que había hecho.

— Sunoo, ¿Recuerdas que te dije que yo tenía novio? — el pelirosa lo pensó un rato, moviendo sus ojitos de un lado a otro hasta asentir levemente—. Bueno, me estoy despidiendo de él.

— ¿Por qué? — preguntó el pelirosa, y Sunghoon se pensó bien qué responder—. Pero, quieres mucho a tu novio, Sunghoon, ¿No?— el pelinegro asintió— ¿Entonces por qué te vas a despedir de él?

— Porque... Cuando quieres mucho a alguien, pero te hace mal, porque te duele... Tienes que despedirte de esa persona y alejarte— explicó, dejando a Sunoo con una expresión algo decepcionada—. Si te duele, tienes que dejarlo ir, por más que lo quieras mucho.

— Pero en la tele siempre dicen que el amor... Lo puede todo, porque el amor es la magia más poderosa y si quisieras tanto a tu novio no tendrías que despedirte de él— dijo Sunoo, en ese tono un poco infantil y cruel que tenía a veces.

Sunghoon quiso llorar, pero no podía llorar frente a Sunoo, se obligó a forzar una sonrisa, pero no lo suficientemente amplia, así las lágrimas no podrían salir.

— Sunoo, desde hace mucho tiempo que ya no es mi novio— dijo el pelinegro, en un tono calmado—. Nunca me despedí de él, Sunoo, y el que lo siga queriendo no sirve se nada porque él ya no está, no volverá conmigo, nunca.

El mayor lo miró sin decir nada, supo que había hecho algo malo porque notaba que Sunghoon estaba dolido.

— Lo siento — murmuró, con un leve puchero, estaba dispuesto a irse, pero Sunghoon estiró ya mano hacia él y la tomó sin pensarlo mucho.

— No te preocupes, Ddeonu — dijo el pelinegro, las manitos de Sunoo eran pequeñas y suaves, dió unas pocas caricias para sentirse un poco mejor—. Iré al cuarto un rato, quédate viendo la tele todo lo que quieras, ¿Si?

Sunoo asintió, sin decir nada, Sunghoon se alejó de él con la mirada baja, para encerrarse en cu dormitorio, y seguir escribiendo su carta de despedida.