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— Sunghoonie~ — Sunoo gimió su nombre bajo, el menor fue a besar su cuello en pequeños picos, dándole algo de cosquillas —

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— Sunghoonie~ — Sunoo gimió su nombre bajo, el menor fue a besar su cuello en pequeños picos, dándole algo de cosquillas —. Por favor... — Sunoo tomó la mano del pelinegro, para posicionarla sobre su trasero, estaban en su cuarto luego de la cena, y Sunoo no había esperado ni un segundo.

— Sunnie, tienes que ser paciente.

— No quiero ser paciente— replicó.

— A ver, mi niño mimado — Sunghoon se alejó de él para tomar sus mejillas y mirarlo a los ojos —. Voy a ir despacio, porque tienes que ir despacio, ¿Entiendes? — Sunoo hizo un puchero triste pero al final asintió—. Bueno... Déjame hacer algo, lindo.

Sunghoon lo besó profundamente, y sus manos fueron hacia los pantalones del mayor, los bajó con lentitud, y luego de comprobaré que Sunoo se lo estaba tomando bien, hizo lo mismo con su ropa interior.

El menor dejó un suave beso en su mejilla, cerca de su oído.

— Te amo muchísimo, recuerda eso— murmuró, haciendo que el rubio sonriera—. Soy yo, ¿Si? Te voy a cuidar, y ante lo mínimo, solo dime, ¿Bien?

Sunoo asintió, murmuró un "Te amo", mientras el otro descendía sobre su cuerpo hacia su miembro, para tomarlo con su mano y apretar ligeramente mientras subía y bajaba por este, haciendo que un gemido de placer se escuchara de sus labios.

El Pelinegro continuó, pasando su pulgar por la cabeza del falo del mayor, haciendo que se sintiera mejor, y en cuanto estuvo más erecto y firme, acercó su boca para recorrer su longitud con labios y lengua, al sentir la calidez y la humedad sobre su hombría el pelirosa no pudo evitar gemir el nombre de su amado.

Sunghoon abrió la boca para introducir el pene del mayor en esta, apretando con sus labios mientras descendía sobre este, entrando perfectamente en su boca, rodeándolo con su lengua, succionandolo y perdiéndose en los sonidos de placer de su novio, que eran tan hermosos como recordaba, o quizás más.

— M-más... Más— pidió el pelirosa, mientras sus dedos se enrredaban en las largas mechas negras del otro, y presionaba contra su erección en su boca.

Subió y bajó por la longitud de su novio, mientras lo sentía temblar, mientras gemía su nombre igual que antes, haciendo que un escalofrío recorría su columna y su entrepierna comenzara a endurecerse, igual que siempre, la voz de Sunoo volvía a hacer lo suyo.

Ahg- Hoon.... — Sunoo gimió alto al sentir esa presión sobre su abdomen bajo, la sensación de que estaba por llegar al orgasmo—. M-me vengo...

Sunghoon tomó una de sus manitos para entrelazar sus dedos, mientras aceleré a el moviendo de su boca sobre el miembro del mayor, hasta que con un largo y hermoso gemido final, el pelirosa acabó en la boca del menor, quien tomó todo con gusto mientras Sunoo recuperaba el aire con una sonrisa enorme, había olvidado lo bien que se sentía, después de tantos años de no tener relaciones con alguien que amaba tanto como Sunghoon, alguien que se preocupaba porque él disfrutara primero, que podía amarlo de mil formas y que lo demostraba en cada ocasión.

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